Los diablos danzantes de Venezuela entran al patrimonio de la humanidad

  • La Unesco aceptó hoy la inscripción en su lista de patrimonio cultural inmaterial de la humanidad los diablos danzantes del "corpus christi", una celebración ancestral venezolana en la que bailarines enmascarados representan el triunfo del bien sobre el mal en una festividad religiosa y folclórica.

París, 6 dic.- La Unesco aceptó hoy la inscripción en su lista de patrimonio cultural inmaterial de la humanidad los diablos danzantes del "corpus christi", una celebración ancestral venezolana en la que bailarines enmascarados representan el triunfo del bien sobre el mal en una festividad religiosa y folclórica.

La festividad, en la que participan 11 cofradías que reúnen cada año a más de 5.000 personas el noveno jueves después del jueves santo, se convirtió -en su segundo intento- en la primera entrada venezolana en esa lista de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

La iniciativa venezolana contaba con el voto previo favorable del grupo de expertos encargados de analizar las candidaturas antes de presentarlas al comité intergubernamental para la salvaguarda del patrimonio cultural inmaterial.

Desde la delegación venezolana destacada en la sede de la Unesco se subrayó que los diablos danzantes suponen "una de las más significativas manifestaciones" de las tradiciones populares de ese país, enraizada en una tradición que se ha prolongado a lo largo de cinco siglos y que representan el multiculturalismo de esa nación.

Acto seguido, una docena de diablos festejó la inscripción con un breve baile ante el comité que se extendió después a los pasillos de esa agencia de las Naciones Unidas.

Se trata de una tradición que se remonta al siglo XVII y que debe su origen a las haciendas del norteño Estado de Aragua, aunque hay quienes lo sitúan en el colindante Estado de Vargas.

Si bien los diablos del Yare son la punta de lanza por la que popularmente se conoce este evento, también forman parte de la tradición otras diez cofradías alrededor de las que se reúnen los "promeseros" o bailarines, que pertenecen de por vida a estas agrupaciones.

Las cofradías de Naiguatá (Vargas); Puerto Cabello y Patanemo (Carabobo); Turiamo, Cata, Cuyagua, Ocumare de la Costa y Chuao (Aragua); Tinaquillo (Cojedes) y San Rafael de Orituco (Guárico) son el resto de agrupaciones "encargadas de transmitir la memoria histórica y las tradiciones ancestrales de las comunidades", explica la Unesco.

Cada una de ellas respeta su propia indumentaria y varían sus máscaras, en función del proceso y los elementos empleados en su creación.

Los diablos celebrarán el reconocimiento de esa agencia de las Naciones Unidas en Venezuela el próximo 9 de diciembre, cuando hay programada una fiesta excepcional en el Paseo Los Próceres de Caracas.

La Unesco define el patrimonio cultural inmaterial como aquel que "hace referencia a las prácticas, representaciones, expresiones, conocimientos y saber transmitidas de generación en generación en el seno de una comunidad, creadas para transformar (...) la interacción entre la naturaleza y la historia".

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