Los 'e-books' españoles se venden el 30% más baratos en Argentina

  • Las últimas novelas en versión electrónica de escritores como Javier Marías, Eduardo Mendoza, Albert Espinosa o Ken Follett son mucho más económicas en el mercado 'online' argentino que en el español. Sin embargo, los lectores que quieran saltarse las fronteras y ahorrarse unos euros no podrán. Un sistema bloquea la compra desde el extranjero. El 'e-book', por tanto, ya tiene su propia aduana. 
Diferencia de precios de las mismas novelas electrónicas en España y Argentina
Diferencia de precios de las mismas novelas electrónicas en España y Argentina
lainformacion.com
David González | aviondepapel.tv

Muchos lectores exigen que se reduzca el precio de los libros electrónicos. Las editoriales son conscientes de ello, pero también dicen que deben sufragar el coste de la digitalización. Sin embargo, se está produciendo una curiosa paradoja. El mismo e-book publicado en España, por la misma editorial, se vende mucho barato en Argentina. 

Así lo confirma una comparación entre el catálogo online de la Casa del Libro (España) y la nueva plataforma de libros electrónicos de Telefónica, Ebooks Movistar (Argentina). Un superventas como Albert Espinosa y su novela Si tú me dices ven lo dejo todo, pero dime ven tiene un precio de venta en formato e-book de 10,99 euros en España, frente a los 7,43 euros, al cambio, en Argentina; es decir, casi el 48% más barato

Si cotejamos los precios de venta de novelas electrónicas como Los Enamoramientos (Javier Marías), Riña de Gatos (Eduardo Mendoza) o La Caída de los Gigantes (Ken Follett), los porcentajes, a este lado y al otro del Atlántico, también son muy inferiores: el 42,5%, 14,36% y el 37,62% más económicos, respectivamente (ver gráfico). 

La razón oficial de este diferencial -dicen- es muy simple. Desde la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) responden que los e-books se venden en nuestro país con un plus del 18% de IVA, al ser tratados como comercio electrónico, frente al tipo reducido del 4% que se imputa al libro en papel. Cuando los editores exportan a otros países, el precio final del e-book se abarata, al no sumarse este impuesto al importe de venta, según justifican fuentes de la FGEE.  

Sin embargo, la diferencia de precios debería tener como margen de bajada, precisamente, ese 18%, más los efectos del cambio de divisas; pero no es así. ¿Por qué se abaratan entonces hasta una media del 30% los e-books en Argentina, si son el mismo producto, que no necesita de transporte físico? 

La respuesta "no oficial" la dan algunas fuentes consultadas del sector editorial español. Los editores tienen que "adaptar precios" al mercado donde venden; es decir, toman en cuenta el poder adquisitivo del país al que exportan. Además, los costes de digitalización ya están "casi imputados" a los presupuestos del formato electrónico y papel aplicados en España, añaden las mismas fuentes.  

Visto el actual panorama de precios, cualquier lector avezado querría ahorrarse unos euros: comprar en Argentina y descargarse el e-book en España. Es Imposible. Existe un sistema de bloqueo que lo impide.  

Cuando intentamos adquirir una novela electrónica desde la plataforma Ebooks Movistar, por ejemplo, nos salta un mensaje de advertencia y prohibición. Movistar tiene instalado un sistema de geoblocking. La plataforma detecta la dirección IP de nuestro ordenador y localiza nuestro país de residencia. Si no es Argentina, está prohibida la compra. 

"Los usuarios tendrán acceso a los títulos de e-books cuyo geoblocking esté habilitado para IP Argentina. El geoblocking es una tecnología utilizada para proteger los derechos de autor de las obras literarias comercializadas de forma virtual que administra el acceso al contenido comercializado desde determinadas regiones", se advierte en las condiciones de uso de Ebooks Movistar en Argentina. 

Los editores y las plataformas de venta online, por tanto, están creando fronteras electrónicas para la venta de sus contenidos digitales a un lado y otro del Atlántico. El mercado del e-book ya tiene su propio sistema aduanero y es electrónico, como los libros.

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