Los escándalos de Harvey Weinsten se llevan por delante Marchesa

  • Había sido en los últimos años una de las firmas de alta costura que más espacio acaparaba en las alfombras rojas de todo el mundo.
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Marchesa era una de las firmas de alta costura estadounidenses que recibía más apoyo de celebrities y estrellas de Hollywood. Sus diseños eran lucidos en las alfombras rojas de todo el mundo por actrices de la talla de Penélope Cruz, Cate Blanchett, Halle Berry o Jennifer López. Pero saltó el escándalo de abusos sexuales del productor Harvey Weinstein y la firma ha visto cómo su fulgurante carrera se frenaba en seco. Tanto que ha cancelado su presencia en la próxima New York Fashion Week.

Este lunes, el fiscal general del estado de Nueva York, Eric Schneiderman, ha interpuesto una demanda federal de derechos civiles contra el productor de Hollywood Harvey Weinstein, su hermano Robert y la empresa que ambos dirigían, The Weinstein Company, tras una investigación por conducta sexual inapropiada.

Esos días tienen un impacto económico de cerca de 900 millones de dólares en la ciudad de los rascacielos, más que el US Open de Tenis, por ejemplo. Unas 230.000 personas acuden a los desfiles de media cada temporada y acapara el 68% del interés mediático dentro del circuito de fashion weeks que se celebran en este mes. Es decir, ahora mismo es el principal escaparate del fashion system. De hecho, según un estudio de Launchmetrics, el valor mediático que genera un desfile en la pasarela neyorkina, sobre todo en redes sociales, puede alcanzar los 6 millones de dólares.

Es decir, que Marchesa, con este paso atrás, está cediendo una importante fuente de ingresos además de enseñar su colección a prácticamente todo el mundo. La firma, al no ser cotizada, no publica sus resultados económicos, por lo que se desconoce cuál ha sido su evolución en sus 14 años de vida. Pero a buen seguro, el escándalo de Weinstein va a poner en un aprieto sus finanzas, pues los pedidos van a reducirse de forma considerable.

Marchesa es la firma de moda creada por la exmujer de Weinsten, Georgina Chapman, que cuando se destapó el escándalo anunció su inminente divorcio del productor y se recluyó en el mayor ostracismo. Pero, a pesar de su pronta reacción, su marca de moda, que era un emblema de la nueva moda estadounidense, se ha visto muy tocada.

Porque Marchesa había sido en los últimos años una de las firmas de alta costura que más espacio acaparaba en las alfombras rojas de todo el mundo. Muchos recordamos a Penélope Cruz desfilar por la alfombra roja del Festival de Cannes de 2011 ataviada con un diseño de la firma en color azul cielo con una imponente cola de sirena, trasparencias y pedrería. Un sueño de vestido que supone la viva imagen de la época dorada de la marca.

Penelope
 

Desde que se fundó en 2004, precisamente el año en que Chapman conoció a Weinstein en una fiesta en Manhattan, su crecimiento ha sido fulgurante, pues en pocos años se convirtió en la favorita de muchas actrices para sus eventos de gala. No obstante, en los mentideros de Hollywood siempre se ha comentado que esto sucedía por la influencia del productor, que mediaba para que las actrices que participaban en sus películas lucieran los vestidos de su mujer.

Porque Marchesa es una firma polarizante: o la amas, o la odias. Sus diseños jugaban con el concepto de princesa hasta llevarlo incluso al exceso, con faldas abullonadas de tul, volantes por doquier, pedrería y transparencias. Con los colores blanco, rosa empolvado, azul bebé o morado como principales, creaba un mundo de fantasía alrededor de sus colecciones, las cuales generaban bastantes detractores en el fashion system más minimalista y purista.

Pero al final era una marca que estaba en los principales eventos mundiales, aunque se especula con que todo tenía que ver con la mano del productor, que era la que mecía la cuna en la sombra. Algo que no se ha confirmado, pero que podría tener mucho que ver en su imparable éxito en tan poco tiempo.

Una marca repudiada

Ahora Marchesa se enfrenta a la mayor crisis de su breve historia. La situación que vive la directora, Georgina Chapman, se ha extendido por toda la firma, pues la diseñadora se ve incapaz de defender sus diseños ante el público. Los medios estadounidenses señalan que tiene “miedo escénico” a aparecer en la pasarela neoyorkina en un desfile que estaba programado para el 14 de febrero, ya que se encuentra superada por la situación de su exmarido.

Porque ahora Marchesa lleva colgado el escándalo de Weinstein sin poder evitarlo. Las actrices internacionales ya no contemplan vestirse de la firma para sus eventos porque está manchada por los abusos del productor, de modo que una parte del negocio de la firma se ha cercenado. Igualmente, mucho público y clientes anónimos podrían retirarle su apoyo por esto mismo, algo que podría hundir la marca.

Por el momento, Marchesa presentará su nueva colección en formato digital, por lo que la New York Fashion Week suma otra nueva baja para la que va a ser la semana de la moda con menos firmas internacionales de las últimas ediciones. Porque a la de Marchesa se suman las estampidas de DelPozo, Victoria Beckham, Desigual o Alexander Wang, poniendo de relieve que la pasarela de moda más importante del mundo está en crisis. Igual que Marchesa.

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