Los 'Mil violines' de Kiko Amat: cuando el pop se cuela en tu vida

  • 'Mil violines' es el último libro de Kiko Amat y constituye un recorrido por las canciones del pop al estilo de '31 songs' de Nick Hornby y 'Lost in Music' de Giles Smith. En
Kiko Amat acaba de sacar nuevo libro con la editoral Mondadori - Efe
Kiko Amat acaba de sacar nuevo libro con la editoral Mondadori - Efe
Ylenia Álvarez

Más allá de las canciones, de lo que quieren decir, está lo que producen, el sentimiento y la reacción que desencadenan en el otro. Justo de eso va Mil violines (Mondadori), el libro que acaba de sacar a la venta Kiko Amat.

Se trata de un libro de música pop sin la intención de sentar cátedra ni de hacer un análisis riguroso y por eso es recomendable en tiempos de guías y manuales. Con Amat es momento de pararse a sentir, eso sí, al son de la música pop.

Mil violines habla de "discos, miedo, 1995, Mose Allison, 'vida-entre-tíos', 'música-para-tíos', skinheads, Rachmaninov, Kiko Amat, la familia y los amigos de Kiko Amat, Robert Forster, hurra por el blues de todos, 1993, mod revival, The Chords, masculinidad, debilidad, pena, The Dictators, subcultura, Top Secret, Una Gran Noción, Alison Statton, Weekend, Radio 80 Serie Oro, Catalunya Música, 1930's dance band music, Dennis Potter, De La Soul + Teenage Fanclub, gangsta rap, el cringe, la música triste de Jimmy Webb, el deep soul y la curación por la canción, Bill Withers como modelo a seguir, el Rarities de los Who, la música de mil chaquetas de tweed, Billy Childish, sombreros, defender el atasco y el anacronismo y la tradición y la experiencia, "I don't like cynicism", una de las Mejores 20 Fiestas de mi Vida, Kwik Safe, Cricklewood, robar en Virgin Records, David Papiol, britpop, Blur, Wonderwall, Mega City Four, Hurrah!, ser fan en contra de Morrissey, la nostalgia que hay que explicar, a la mierda el canon, The Fleshtones y 10 canciones odiosas".

La democracia del Pop

Cuando suenan cánticos y lemas pidiendo 'Democracia Real Ya' Amat hace una apuesta clara por el sentido democrático del pop. Queramos o no, reneguemos o no, el pop está aquí para todos: altos, bajos, gordos y delgados.

"Lo tiene todo, y encima es escandalosamente democrático", afirma Amat. "Uno no necesita tener el título de ingeniero aeronáutico para bailar con los Temptations. El pop se graba en nuestro consciente y subconsciente, y forma parte indisoluble de nuestros recuerdos", afirma.

La cursilería de "la banda sonora de nuestra vida", una realidad

Aunque suene cursi aquello de "la banda sonora de nuestra vida" lo cierto es que las canciones nos retrotraen a momentos vividos, a olores, a frases y sentimientos concretos. Bajo acordes y pasajes recordamos caras y personas.

"Para mí, como también dijo Colin Wilson, esas canciones no son solo canciones. Son la única forma que poseo para efectuar lo que es (no hay otra forma de decirlo) un viaje místico en el tiempo. Cuando escucho determinadas canciones vuelvo a un año muy concreto, 1987 ó 1992 ó 1998 ó el que sea, y siento lo que sentía, me avergüence lo que veo o no", confiesa el autor.

Kiko Amat (Sant Boi, 1971) es novelista y un gran apasionado del pop. Escribe para el suplemento Cultura/S de La Vanguardia y la revista Rockdelux, coedita el fanzine La Escuela Moderna y dirige con mano de acero su página web, Bendito Atraso.

Mil violines es su primer libro de ensayo. Antes había publicado tres novelas para la editorial Anagrama, colección Contraseñas: El día que me vaya no se lo diré a nadie (2003), Cosas que hacen BUM (2007) y Rompepistas (2009).

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