Los neoyorquinos Vampire Weekend juegan ante un Teatro Circo Price abarrotado

Madrid.- Hace tan sólo dos años que cuatro amigos universitarios llamados Vampire Weekend rompieron los moldes del pop tanto con sonidos africanos como electrónicos y esta noche en clave de juego han actuado por primera vez en Madrid ante un Teatro Circo Price abarrotado.

Ezra Koening (voz y guitarra), Rostam Batmanglij (teclados y voz), Christopher Tomson (batería) y Chris Baio (bajo) se conocieron en la prestigiosa Universidad de Columbia y cuando intentaban filmar una película de vampiros, formaron un grupo musical.

La estética en la vestimenta y en todo lo que les rodea ya se dejó entrever hace dos años en su primer trabajo, "Vampire Weekend", cuya portada era una lámpara de araña. Cinco lámparas de este tipo en el escenario auguraban una velada de juegos de luces, sonidos y voces.

Tras actuar ayer en la sala Penélope de Barcelona, el grupo ha llegado a Madrid dentro de la programación del Heineken Music Selector.

Con un cuarto de hora de retraso y con un auditorio medio vacío, porque el resto aún estaba entrando, una breve introducción de rap daba la bienvenida a los cuatro amigos que dejaron al descubierto a sus espaldas la portada de su nuevo trabajo, "Contra".

Un público que no se esperaba tan pronto a la banda aplaudió y gritó en cuanto sonaron los primeros acordes de "White sky", claramente influenciada por vibraciones y sonidos africanos.

El tímido ska de "Holiday" hizo que algunos de los presentes dejaran a un lado las butacas y se animaran a los primeros bailes de la noche. Un "gracias" y "hola Madrid, ¿qué tal?" fueron las primeras palabras de la banda que destacó que era la primera vez que estaban en esta ciudad y era una "ocasión muy especial".

La pegadiza "Cape cod Kwassa Kwassa" hizo que gritos agudos y juegos de voces inundaran el escenario ante un público que tan sólo hacía acto de presencia durante los silencios entre las canciones.

"I stand corrected" trajo una tranquilidad a la que no tienen acostumbrados estos veinteañeros que parecen sacados de las páginas de moda de cualquier revista reconocida.

Fue el propio Ezra Koening quien tuvo que preguntar al público si estaban dispuestos a cantar para ayudarles en la canción "M79", tema que desató gritos y una interacción con el público gracias a los sonidos pegadizos acompañados de un juego de luces que por momentos deslumbrada a la audiencia reunida.

El tema "California English" dio paso a una canción que habla sobre "la importancia de la familia", "Cousins", que con toques rockeros hizo que la oscuridad y el silencio se adueñaran del teatro para "Taxi Cab".

Tras un "gracias tíos", la banda interpretó "Run", un tema que como si de una lección se tratara dio paso a algo "más serio", la enérgica y aplaudida "A-Punk".

Los ritmos caribeños de "Diplomat's son", la canción más larga del grupo que hizo que la banda se divirtiera intercalando ritmos, sonidos y sobre todo, tempos.

Incansables, los miembros del grupo siguieron parando y acelerando los ritmos con "Boston" y pidieron la colaboración del público con los sonidos eléctricos de "Giving up the gun".

La aplaudida "Campus" preparó el ambiente para "Oxford Comma", tema con el que dieron paso a los temas más exitosos de la noche "Horchata", canción que dice "en diciembre bebiendo horchata" y que desató a un público tímido y calmado.

Los saltos y los bailes de "Mansard roof" y el "adiós" del tema "Walcott" cerraron la última velada de "la gira europea" que no podía terminar "en otro lugar mejor" que Madrid.

Vampire Weekend estará a partir del próximo 14 de marzo en ciudades estadounidenses en las que también han agotado las entradas como Denver, Minneapolis, Chicago, Boston, Washington, Atlanta o Dallas, entre otras.