Los profesionales constatan el auge de la arquitectura en Latinoamérica

  • Profesionales de estudios de arquitectura de México, Chile, Perú, Argentina, Uruguay, Brasil, Paraguay y Ecuador han puesto de relieve, en la Bienal de Arquitectura Latinoamericana que se clausura hoy en la Universidad de Navarra, el auge de este sector en sus respectivos países.

Pamplona, 19 abr.- Profesionales de estudios de arquitectura de México, Chile, Perú, Argentina, Uruguay, Brasil, Paraguay y Ecuador han puesto de relieve, en la Bienal de Arquitectura Latinoamericana que se clausura hoy en la Universidad de Navarra, el auge de este sector en sus respectivos países.

Desde el pasado 16 de abril, arquitectos latinoamericanos han debatido en la Bienal, organizada por el Grupo de Investigación AS20 de la Escuela de Arquitectura de Navarra, el importante desarrollo de la construcción de viviendas e infraestructuras que está teniendo lugar en esa parte del mundo.

Se trata no obstante de un sector de actividad que, como los propios profesionales reconocen, está también condicionado por las especiales circunstancias políticas, económicas y sociales, incluso geográficas, de Latinoamérica.

En ese sentido, Jorge Ambrosi, del estudio Ambrosi i Etchegaray (México), ha afirmado que en los últimos años se han hecho en su país "esfuerzos enormes" en obra pública, pero "siempre con prisas, porque tiene que estar todo terminado en tres años para que el Gobierno que esté en cargo la pueda terminar".

"Los concursos bien organizados que normalmente llevan un proceso de cuatro o cinco años para estar bien ejecutados es muy difícil que se hagan" en México, ha lamentado el arquitecto.

Ambrosi ha destacado a Efe el momento "especial" que vive la arquitectura de su país, que ha estado tradicionalmente acaparada por unos pocos arquitectos de renombre y muy centrada en Ciudad de México, pero en los últimos diez años "ha habido una explosión a todo el territorio nacional".

Ahora, muchos arquitectos mexicanos siguen trabajando en ciudades como Monterrey, Guadalajara o Mérida, pero "a la vez en lugares recónditos y pequeños", en los que también se intenta que la arquitectura cumpla una "función social".

No obstante, ha indicado, en México son escasos los concursos públicos y "hay mucho que aprender como nación" en lo que ha denominado la "democracia arquitectónica".

La crisis económica que atraviesa Europa y, por tanto, los arquitectos europeos es un concepto familiar para un profesional como David Barragán, del estudio Al Borde (Ecuador), que ha resaltado: "Para nosotros es algo ya innato. Nosotros siempre estuvimos en ese limbo. Nacimos en crisis, nos formamos en crisis y seguimos en crisis".

Por ello, ha explicado a Efe, la arquitectura ecuatoriana, "y en todos los países donde siempre hemos estado expuestos a la crisis", intenta "hacer lo más con lo menos; la mayor cantidad de recursos en el menor tiempo posible. Pura eficacia".

Barragán ha asegurado que ahora en Ecuador "se está construyendo mucho y más que nada se está pensando mucho, que es lo más interesante. Se está proyectando un nuevo país", aunque ha reconocido que "la planificación a largo plazo es complicada. No podemos hablar de estrategias a quince o treinta años cuando todo es siempre caótico; es parte de nuestra naturaleza".

En su caso, también la geografía condiciona los proyectos que lleva a cabo su estudio en la selva ecuatoriana, en lugares a los que se llega tras ocho horas en autobús, cuatro horas río abajo en lancha y una hora remando, por lo que es imprescindible utilizar materiales de la zona en la que se está trabajando.

También se está produciendo un desarrollo arquitectónico significativo en Argentina, ha comentado a Efe Juan Manuel Filice, del estudio A4, quien ha asegurado que "distintos motivos económicos, sociales y políticos" de su país limitaron en el pasado esta actividad, pero "en los últimos años ha habido un crecimiento importante".

Este desarrollo, ha manifestado, está teniendo lugar no solamente en los grandes núcleos urbanos, como Rosario o Buenos Aires, sino también en el interior del país, en ciudades como Mendoza, Salta o Córdoba, que "empiezan a aparecer en el mapa arquitectónico de Argentina".

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