'Los rottweiller', los abogados de Harry y Meghan en su cruzada contra la prensa

  • Los duques de Sussex piensan ir hasta el final con la denuncia que han puesto a medios ingleses por revelar la carta de la exactriz a su padre.
Harry y Meghan
Harry y Meghan
EFE

Van a por todas. Harry y Meghan están dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias en su 'guerra' contra la prensa inglesa, la cual habría violado la intimidad de la exactriz al publicar una carta que ella escribió a su padre, Thomas Markle, con quien mantiene una difícil relación. Los Sussex anunciaron medidas legales la semana pasada y ahora ya se sabe quién les va a defender en este caso.

Porque, saltándose de nuevo las tradiciones de los Windsor, han contratado a unos abogados que nunca han trabajado con la familia real. Se trata del bufete Schillings, con oficinas en Londres, cuyos letrados se conocen como 'los rottweiller' (o presos de presa) a los que las grandes fortunas recurren con frecuencia.

En un principio, Harry y Meghan se habrían decantado por los abogados de siempre, Harbottle & Lewis, pero finalmente optaron por Schillings. Se trata de un despacho fundado por Keith Schilling, de 63 años en la actualidad, un hombre hecho a sí mismo de una familia humilde que a los 15 años dejó la escuela y fue empleado por un bufete de abogados especializado en casos contra medios de comunicación.

Con lo aprendido fundó el suyo propio, que se centra en el Derecho del Trabajo y en los Derechos Humanos en el marco de los medios. Así, en 2004 defendió a la modelo Naomi Campbell cuando fue retratada por un periódico saliendo de una clínica de rehabilitación. Se valió del artículo ocho del Convenio Europeo de Derechos Humanos para ganar el caso, que dio pie a que en Gran Bretaña entrara en vigor la Ley de Privacidad

Por ello, Schillings es el bufete que todos eligen cuando quieren acallar a la prensa por publicar información perjudicial. Aunque ha cosechado muchos éxitos, también tiene fracasos en su haber, el más sonado el del magnate Philip Green, el polémico dueño de la cadena Topshop, que inició una cruzada contra los medios cuando surgieron los testimonios de sus trabajadores, a los que ha tenido en pésimas condiciones laborales. El despacho fue incapaz de silenciar a la prensa porque el juez no lo estimó oportuno.

Así, esta firma se ha ganado una gran fama en Reino Unido que ha llegado hasta los oídos de los duques de Sussex, que quieren ganar este pulso que sienten que les ha echado la prensa y el acoso que aseguran sufrir. Está claro que van a poner toda la carne en el asador para poder conseguirlo, incluso pagando de su propio bolsillo a los 'rotweiller' de la abogacía.

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