Los sabios españoles bajan de su pedestal en "La colmena científica"

  • Madrid.- El dramaturgo José Ramón Fernández y el director Ernesto Caballero han huido del "efecto museo de cera" en la primera obra de teatro que se dedica a "los sabios" de la Residencia de Estudiantes y, por ello, les han apeado "del pedestal" para mostrarles como jóvenes modernos, creativos y divertidos.

Los sabios españoles bajan de su pedestal en "La colmena científica"
Los sabios españoles bajan de su pedestal en "La colmena científica"

Madrid.- El dramaturgo José Ramón Fernández y el director Ernesto Caballero han huido del "efecto museo de cera" en la primera obra de teatro que se dedica a "los sabios" de la Residencia de Estudiantes y, por ello, les han apeado "del pedestal" para mostrarles como jóvenes modernos, creativos y divertidos.

"La colmena científica o El café de Negrín" es el resultado del encargo que Fernández recibió el pasado mes de diciembre de Isabel Navarro, asesora del director del Centro Dramático Nacional (CDN), Gerardo Vera, de escribir un texto sobre la Residencia basándose en su laboratorio de Fisiología y en la anécdota de que su director, Juan Negrín, hacía café y a su alrededor se organizaba una tertulia.

A partir de ahí, ha recordado Fernández en rueda de prensa en el CDN, donde la obra se representará entre el 13 de octubre y el 14 de noviembre, se centró en el periodo de la vida de Negrín en la que éste era un joven científico, políglota y formado en Alemania al que Severo Ochoa animó a volver a España para dirigir un laboratorio de la Residencia.

Empezó a documentarse con la ayuda de la directora de la Residencia, Alicia Gómez Navarro, y el comisario de los actos del centenario de la institución, José García Velasco, y todo aquello "destiló" frases, sensaciones y anécdotas con las que traer al presente aquel momento "prodigioso".

Uno de sus objetivos era contar que la Residencia era "mucho más" que Lorca, Buñuel o Dalí, mostrar que quienes estudiaban allí "experimentaban con lo de todos y vivían una fiesta gozosa y creativa".

Se centró en la mirada a la ciencia y a la cultura, y fue mandando los borradores a la Residencia para su "control", porque, aunque ha incluido "mentiras muy gordas", como que Severo Ochoa y Ramón y Cajal se conocieron, ha intentado que no hubiese ningún error histórico.

"Los protagonistas son un grupo de chicos que están estudiando. Me he enamorado de Ramón y Cajal en este proceso y no entiendo cómo no se hace más uso, por ejemplo, de su librito 'Reglas y consejos', que es de una clarividencia, modernidad y sentido del humor extraordinarios", ha subrayado el autor.

El texto resultante era "demasiado largo" para la función, que se ha quedado en 65 minutos y de cuya escenografía se ocupa Curt Allen Wilmer, y han decidido publicar en un libro la versión "amplia", en la que, además de los mencionados, aparecen Madame Curie y Francisco Grande Covián.

Su director, Ernesto Caballero, ha explicado que el reto fue convertir aquellas "realidades" en teatro, para plasmar a sus protagonistas -Negrín, Ramón y Cajal, Ochoa, Ángel Llorca, José Moreno Villa, Justa Feire y Miguel de Unamuno- como "seres humanos", no como "estatuas".

"Quise evitar ese tono de consciencia de posteridad, quitarles envaramiento y hacer algo vivo creando un espacio teatral metafórico, no descriptivo, porque no quería hacer un documental de La 2", precisa.

El hilo argumental, ha detallado Fernández, es la relación entre quien fue presidente de la República, que dirigió el laboratorio de Fisiología de la Residencia, y Ochoa, la capacidad de diálogo que tuvieron por encima de sus ideas, y en la obra el Nobel es "el que vive la historia" y Negrín "el elemento desestabilizador".

Al estreno está previsto que acudan familiares de los "protagonistas" y de algunos "ilustres" alumnos, entre ellos Carmen Negrín, las hermanas de Federico García Lorca, o nietos de José Moreno Villa.

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