Los salvadoreños homenajean a difuntos con ofrendas y tradiciones

San Salvador, 2 nov.- Los salvadoreños homenajearon hoy a parientes y amigos fallecidos con rezos, flores y otras ofrendas en los más de 570 cementerios del país al conmemorarse el Día de los Difuntos.

Las visitas a los camposantos, principalmente los de San Salvador, se llevaron a cabo bajo una amplia operación de vigilancia policial implementada para la ocasión, dijo a periodistas una portavoz de la Policía Nacional Civil.

La operación policial comenzó desde el pasado miércoles, cuando también numerosos vendedores de flores, en su mayoría mujeres, instalaron sus puestos en los alrededores de los cementerios.

Miles de víctimas de la guerra civil que El Salvador sufrió entre 1980 y 1992 también fueron homenajeadas por sus familiares en el "Monumento a la memoria y a la verdad", erigido en el parque Cuscatlán de la capital salvadoreña.

En la localidad de Tonacatepeque, unos 16 kilómetros al norte de San Salvador, la noche del jueves se revivió una de las tradiciones relacionadas con el Día de Difuntos, conocida como "Las calabiuzas de Tonacatepeque".

La tradición consiste en un recorrido cuyos participantes, muchos con el rostro enmascarado o pintado, van casa por casa pidiendo ayote (calabaza) en miel, un platillo típico de El Salvador y otros países latinoamericanos.

El ayote en miel también es preparado en grandes recipientes en la plaza de Tonacatepeque, donde pobladores y turistas pueden degustarlo.

La actividad se combina con música, bailes y representaciones de personajes de la tradición católica y de la mitología popular salvadoreña, como "El Cipitío", "El padre sin cabeza", "La Siguanaba" y otros.

Esta tradición, que se cree que data del siglo XVIII y se celebra cada 1 de noviembre, disminuyó durante la época de la guerra civil, pero ha sido revivida en los últimos años.