Luguillano: No importa la edad, si puedes seguir emocionando

  • Roberto Jiménez.

Roberto Jiménez.

Valladolid, 4 feb.- A un torero no hay que mirarle la edad sino saber "si está en condiciones de decir algo o no", porque, al tratarse de un artista, "podrá seguir emocionando y transmitiendo sensaciones durante muchos años, siempre que tenga facultades y preparación", ha dicho hoy a Efe el diestro David Luguillano.

Bajo estas coordenadas, David Castro González "Luguillano" (Valladolid, 1969) se ha convertido en el primer triunfador de la temporada en España y Francia al desorejar, el pasado sábado en Ajalvir (Madrid), a un astado de La Dehesilla en la temporada en que cumple 25 años como matador de toros y en la que sueña con reverdecer laureles.

"Me considero un privilegiado por poder seguir toreando después de 25 años. Estaré eternamente agradecido a todos los estamentos de la fiesta por haber permitido dedicarme a esta profesión: la más bonita del mundo, de la que tenemos que sentirnos orgullosos en España y que se defiende por sí misma como expresión artística y cultural que es", ha declarado en una entrevista con la Agencia Efe.

La libertad de ejercerla y de acercarse a ella como espectador, ha defendido este matador, porque la democracia "consiste precisamente en eso, en que cada ciudadano elija libremente lo que más le convenga".

Después de varias temporadas de "altos y bajos", el rotundo triunfo de Ajalvir, a las puertas de Madrid, le ha devuelto notoriedad y actualidad, aunque prefiere tomárselo "con mucha cautela", caminar "poco a poco" con los pasos necesarios para poder conmemorar sus bodas de plata en plazas como la de su Valladolid natal, donde se doctoró un 13 de mayo de 1990.

Su fuerza interior ha sido el origen de esta nueva irrupción que no ha sorprendido a los suyos, "a los que me conocen y me rodean", consciente de que "nunca hay que desfallecer en la vida", donde recomienda caminar "con espíritu positivo, de superación para luchar contra las adversidades y esperar el momento oportuno".

"Siempre he planteado mi profesión como una forma de vida: llevo toreando desde los ocho años en que comencé como becerrista", ha referido como una de las claves de este prolongado compromiso con el toreo que espera celebrar durante este 2014 en que cumple veinticinco temporadas consecutivas como matador de alternativa.

David Luguillano es el quinto eslabón de una dinastía que abrió su padre, Clemente Castro. Todos ellos lucieron en los carteles el sobrenombre de "Luguillano", tomado de la Virgen de Luguillas, patrona del municipio de Mojados, donde se originó esta dinastía que David se ha empeñado en prolongar.

"La vida es imprevisible. En un minuto puede cambiar todo de golpe. Hace unos días nadie esperaba esto y ha sucedido. Tengo mucha ilusión, y mi gran sueño es poder celebrar en las plazas estos veinticinco años", ha concluido.

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