El incendio de Notre Dame ha provocado una oleada de solidaridad mundial como hace tiempo no se veía. La destrucción de dos tercios del impresionante templo ha conmocionado al mundo, sobre todo a los franceses, que sienten la catedral como parte de ellos. Por eso, ante la llamada desesperada del presidente, Emmanuel Macron, para conseguir fondos que financien su reconstrucción, las grandes empresas francesas han respondido en cadena, así como entidades internacionales de la talla del Banco Central Europeo (BCE)
Los primeros, los dos conglomerados del lujo más importantes del mundo, que son de nacionalidad francesa. Los grupos LVMH y Kering ya han ofrecido a Macron donativos millonarios para restaurar Notre Dame. El primero, capitaneado por Bernard Arnault y con marcas en su haber como Louis Vuitton, Dior, Bulgari, Moët & Chandon, Loewe o Givenchy ha prometido 200 millones al gobierno galo, mientras que su rival, propiedad de François-Henri Pinault con firmas como Gucci o Yves Saint Laurent, se ha comprometido a donar 100 millones. Así, el lujo invertirá 300 millones en total para recuperar la famosa catedral.
Hablamos de dos de las firmas más importantes de Francia, las cuales dirigen la industria de la moda mundial y venden los artículos más lujosos que existen. Sobre todo el conglomerado formado por Louis Vuitton y Moët-Hennessy, el cual tiene una valoración bursátil de más de 173.000 millones de euros y que en el último año ha subido en los mercados un 22%. Su presidente, Bernard Arnault, es el cuarto hombre más rico del mundo, según el ranking de la revista 'Forbes', con una fortuna el pasado año de 72.200 millones.
Por su parte, el grupo Kering de los Pinault le va a la zaga y ya tiene una capitalización de más de 67.200 millones, con una subida anual del 31% en los mercados, lo que convierte a su propietario, el esposo de la actriz Salma Hayek, en multimillonario con 30.500 millones en su haber. Por ello, para ambos esta donación puede considerarse 'pecata minuta' a tenor de estos números, si bien será trascendental para la recuperación de la catedral.
Otro gran grupo francés, en este caso el mayor imperio de belleza del mundo, se ha sumado a los anteriores y ya ha puesto a disposición de las autoridades 200 millones más. Se trata de L'Oreal, que va a aportar esa cantidad con parte de los fondos procedentes de la fundación Bettencourt Schueller, en memoria de los fundadores de la empresa, la cual donará 100 millones.
Uno de los últimos anuncios de solidaridad procede del poder financiero. El Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado este martes que hará una "contribución financiera" a las obras de reconstrucción, aunque no ha precisado de qué cantidad. "Nos sentimos alentados por la iniciativa de restaurar y reconstruir este monumento. El BCE hará una contribución financiera a la restauración", ha indicado la entidad presidida por Mario Draghi.
Empresas y entidades mundiales, comprometidas
Pero no solo el mundo del lujo ha salido al rescate de Notre Dame, también otras compañías de importantes sectores, como el petrolero. La francesa Total ya ha comprometido otros 100 millones de euros, lo que da un montante de 700 millones sumando los de las firmas de lujo. Esta empresa es mecenas de la Fundación del Patrimonio, organización independiente que organiza campañas de donaciones, por lo que viene contribuyendo con la conservación del arte francés mucho tiempo. La propia Fundación ha informado en su página web de que la campaña que ha puesto en marcha para recaudar fondos para la reconstrucción de la catedral parisina ya suma más de dos millones de euros.
Empresas relacionadas con el mundo de la construcción también están moviendo ficha. Vinci ha anunciado que hará un "patrocinio" para que se vuelva a reponer el estado del templo y que también hará partícipes a sus empleados, animándoles a contribuir. Por su parte, el gigante francés BTP ha anunciado también que aportará su granito de arena en forma de donación y ha animado al resto de constructoras galas a aunar fuerzas. La consultora CapGemini ya avanzado que su aportación será de un millón de euros y la Confederación de pequeñas y medianas empresas (CPME) francesa también ha ofrecido a los poderes públicos movilizar su red nacional. A este conglomerado empresarial de la construcción se ha unido también Bouygues y Fimalac, cabeza del grupo que posee la agencia de calificación Fitch, quien ha anunciado la aportación de 10 millones de euros. Incluso la presidenta de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), Nathalie Boy de la Tour, ha prometido que el fútbol francés se movilizará para ayudar a la reconstrucción del templo.
A ellas se han unido también dos de las entidades financieras más potentes de Francia. El banco BNP Paribas, el banco más importante del país, se ha comprometido con la reconstrucción de la catedral al anunciar que donará 20 millones de euros. La segundad entidad financiera gala en anunciar su aportación desinteresada ha sido Société Générale. El banco francés ha anunciado que aportará 10 millones de euros. Los últimos que se han unido a este llamamiento internacional han sido la aseguradora francesa Axa y la empresa publicitaria JCDecaux con 20 y 10 millones, respectivamente. Incluso el consejero delegado de Apple, Tim Cook, ha anunciado que la compañía californiana ayudará en la reconstrucción pero sin especificar con cuánto.
Además de ellos, la política internacional está totalmente comprometida con Francia. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha animado a los estados miembros de la UE a contribuir para reparar este desastre. Por el momento, el Ayuntamiento de París ya ha desbloqueado 50 millones para las obras. Pero el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, ha ido más lejos y ha pedido a los eurodiputados que donen su sueldo de un día, lo que podría suponer un donativo de más de 200.000 euros.
La propuesta más inesperada y sorprendente ha sido la del presidente de Rusia, Vladimir Putin, quien ha dicho que enviará a los "mejores especialistas rusos" para ayudar a la reconstrucción de Notre Dame.
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