M.Molina: es injusto hacer un boicot global a un país tan plural como Israel

  • Javier García.

Javier García.

Jerusalén, 8 feb.- El escritor Antonio Muñoz Molina consideró hoy "profundamente injusto" hacer un boicot global a un país con una sociedad "abierta y tan plural" como la israelí, en referencia a quienes le han pedido los últimos días que rechace el Premio Jerusalén, que ha ganado este año por su obra literaria.

En una entrevista con Efe a si llegada a Jerusalén -donde el próximo domingo recibirá el premio de manos del alcalde de la ciudad, Nir Barkat- el novelista español afirmó que es "legítimo" que la gente exprese sus opiniones y disienta de sus actos.

"Lo que me parece un poco fuerte es llevar las cosas al extremo de decirle a uno que si va a recoger un premio literario que han recibido personas como Jorge Semprún, Susan Sontag o Ian McEwan, eso le convierte en cómplice del apartheid", dijo.

Además de dos organizaciones propalestinas, un grupo de intelectuales -entre ellos el poeta español Luis García Montero, el escritor británico John Berger y el cineasta Ken Loach- pidieron al novelista que renunciase al Premio Jerusalén, ya que consideran que desde la alcaldía de esa ciudad se promueve "uno de los sistemas de apartheid urbano más crueles del mundo".

Muñoz Molina cree que lo que un español o un europeo piensen sobre el conflicto entre Israel y los palestinos es legítimo, pero le parece "mucho menos importante que lo que piense la gente que está aquí dentro".

"A mi me gusta ver y leer a personas que, estando aquí, tienen posiciones con las que yo me identificaría, posiciones de respeto, de defensa del reconocimiento de los derechos de los palestinos, de protesta contra los abusos que se cometen contra ellos", precisó.

En Nueva York, donde reside seis meses al año, tiene "algunos amigos israelíes y muchos amigos judíos" y lee "muchas cosas" sobre Israel, un país en el que "hay muchísima gente que está en proyectos de cooperación con los palestinos, en escuelas donde se educan juntos niños judíos y árabes".

"Yo me siento muy cercano a esa gente y creo que a un país que tiene una sociedad abierta tan plural como ésta no se le hace un boicot global, no puedes poner en el mismo paquete a un país entero, es profundamente injusto", aseguró.

Sobre la posibilidad de que denuncie la situación de los palestinos en su discurso de recepción del premio, el domingo, Muñoz Molina consideró "arrogante venir desde Europa a dar lecciones aquí, entre otras cosas, porque si Europa en su historia pasada no hubiese sido tan bárbara muchos de los problemas que ahora suceden aquí no existirían".

En cuanto a sus proyectos literarios, avanzó que la próxima semana saldrá a la venta su ensayo "Todo lo que era sólido", una reflexión de urgencia en forma de texto literario de intervención cívica "escrito a borbotones" sobre lo que ha llevado a España a encontrarse en la situación actual.

El escritor no cree que la época actual sea más frívola o más superficial que otras y tampoco que la literatura esté en peligro por la proliferación de las redes sociales o de internet.

"Me acuerdo de las predicciones apocalípticas que se hacían en los sesenta con la llegada de la televisión. Las cosas pueden ir en una dirección o en otra, no es más probable que vayan en la mala dirección que en la buena, todo puede ocurrir y sigue habiendo mucha gente apasionada de la literatura", señala.

Entre todas las cosas que le quedan por escribir -"las novelas uno no las decide, se van presentando"- el sueño de Muñoz Molina sería hacer un libro "muy bueno, muy sintético y contenido".

"Es muy difícil quedar muy satisfecho porque siempre tienes la ilusión y luego chocas con tus propias limitaciones, pero escribir algo diferente de lo que he hecho, algo mejor, es la gran ilusión de mi vida profesionalmente hablando", confiesa.

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