Madrid acoge una exposición del reputado pintor con la boca josé luis mora


“Si no te arriesgas nunca sabrás hasta dónde puedes llegar”. Con estas palabras inauguró este fin de semana su exposición en Madrid José Luis Mora, pintor con la boca, en un acto al que acudió también el director de la Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie, Ricardo Charfolé.
Con estilos que abarcan desde el hiperrealismo o el Manga, al expresionismo y el collage, la exposición reúne 30 obras que pueden contemplarse hasta el 29 de enero en el Centro de Cruz Roja Espacio Pozas 14.
José Luis Mora Espinosa, joven artista dedicado a la pintura desde los tres años, muestra en sus obras un exhaustivo trabajo de experimentación con muy diversas técnicas pictóricas. Oleo, carboncillo, sanguina o pastel. Técnicas y materiales muy diferentes que adapta, para poder pintar con la boca, “con mucha imaginación, usando incluso palillos de los chinos” comenta ente carcajadas.
A la inauguración asistió Ricardo Charfolé, director en España desde 1997 de la Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie. “Llevamos desde 1957 en España; en todo el mundo se fundó un año antes. Hoy tenemos oficinas en 43 países, aunque tenemos artistas en 72, repartidos por los cinco continentes”, detalló a los asistentes al acto.
Según él, aunque las exposiciones son la manera de hacer visible el trabajo de sus miembros y casi todos los meses organizan una, “principalmente lo que hacemos es comercializar la obra de los artistas, que reproducimos en forma de tarjetas de navidad y calendarios. Esa es nuestra única fuente de ingresos, y con lo que recaudamos es con lo que les damos las becas a los artistas que tenemos por todo el mundo.”
Erich Stegmann, que se forjó en Alemania una exitosa carrera como pintor sin usar los brazos, creó esta asociación en 1956, con el objetivo de que los artistas con discapacidad pudieran vivir de su trabajo, a través de la aceptación y reconocimiento de sus obras. Christy Brown, internacionalmente conocido por su libro “Mi pie izquierdo”, fue uno de los primeros miembros.
A José Luis le hablaron de la Asociación de Pintores con la Boca en la Casa de Cultura de Colmenarejo (Madrid), donde recibía clases de pintura hace varios años. “Me dijeron que tenía talento y que con sus becas igual podría pagarme un profesor particular y seguir formándome. En el 97 mandé unos cuadros, les gustaron y ahora tengo una profesora que viene a mi casa dos veces por semana.”
Las obras hay que mandarlas a Liechtenstein, donde pasan un tribunal cada tres años para evaluar la evolución. Según este artista, “si mejoras te suben la beca. Como estoy estudiando Psicología en la universidad yo mando menos cuadros, sólo 6, pero la gente que lleva más años y que sólo se dedica a eso manda 12 al año.”
Al principio empezó a pintar en Rehabilitación con la cabeza, adaptando un pincel que le colocaban en la frente. Pero cuando quiso dedicarse a la pintura más en serio empezó a pintar con la boca, ya que según su experiencia “es más fácil y te permite más movimiento.”
Para él, “el principal problema es tener a alguien que te apoye, no que te dé problemas sino que te dé soluciones. Mucha gente ve a alguien en silla de ruedas y no es que te discrimine, pero piensa ‘no sé cómo ayudarte’, hay mucho desconocimiento”.
“También creo que es la propia persona con discapacidad la que se cierra pensando ‘es que no puedo’”, agrega. Para afrontar esto, “yo le diría a esa persona que si no arriesgas no ganas, no hay más, si no te arriesgas nunca vas a saber hasta dónde puedes llegar.”

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