Madrid regresa al futuro del planeta tecno-pop

  • El "Segundo Simposium Tecno" aterriza mañana en Madrid, treinta y dos órbitas solares después de su primera experiencia, en un lejano 1981, para recuperar el espíritu utópico de una época.

Juan Carlos Gomi

Madrid, 21 mar.- El "Segundo Simposium Tecno" aterriza mañana en Madrid, treinta y dos órbitas solares después de su primera experiencia, en un lejano 1981, para recuperar el espíritu utópico de una época.

Pero, sobre todo, para rememorar aquel concierto mítico de la movida madrileña y, de paso, hacer "bailar los pies y las neuronas", según proclama uno de sus impulsores, Biovac N, también conocido como Servando Carballar, líder del grupo Aviador Dro.

Hace 32 años, la sala Marquee de la capital vivió lo que se llamó el primer festival europeo de música electrónica. Dos semanas después del intento de golpe de Estado, grupos como Aviador Dro o Ovioformia SCI animaban ya al uso de la tecnología como "soporte creativo y revolucionario".

La fiesta acabó como el rosario de la aurora. Ger Espada, que compartía protagonismo musical con Clara Morán -hija de quien sería futuro ministro de Asuntos Exteriores y sobrina del presidente Calvo Sotelo- fue detenido por las fuerzas del orden en el concierto mientras Aviador Dro interpretaba "Anarquía en el planeta", versión de urgencia de una canción de los Sex Pistols.

Para la historia quedará una concentración de "mutantes" en las puertas de una comisaría, la presencia de emblemas de la movida como Alaska o Bernardo Bonezzi entre el público y regusto de haber inventado el término tecno-pop, según destaca Alejandro Sacristán, letrista de Aviador y responsable de "Agresión Estética" de la banda.

En la cita de mañana se esperan menos problemas pero la misma diversión. "Sentimos la necesidad de actualizarnos. Dijimos entonces que el tecno-pop iba a ser la música del siglo XXI y así ha sido: ha crecido a la sombra de Kraftwerk y de los músicos de la Ola Fría", mantiene un apasionado Alejandro, que recibe junto a una estatua de Han Solo carbonizado en una tienda de cómics del centro de la ciudad.

El simposio está dividido en dos partes. La primera, que se desarrolla en el Telefónica Flagship, cuenta con un doble debate entre expertos y pioneros del pop electrónico y finaliza con la actuación de Radar.

Hibridación musical, tecno-humanidad y transformación social por la tecnología, son algunos de los puntos que, según Alejandro, están sobre la mesa.

La segunda fase se traslada a la imprescindible Sala El Sol. Y allí se esperan sorpresas emocionales. "Recuperaremos temas que no se tocan desde hace años como "Nuclear, Sí" o "La arenga de los sindicatos futuristas" y lo haremos con nuevos sonidos del siglo XXI", dice Alejandro, que confirma el regreso a la banda de Metalina 2, la otra chica mutante junto a Arco Iris, y del guitarrista X.

Junto a Aviador Dro, también suben a la escena Oviformia SCI -con un Ger que espera no ser detenido-, los prestigiosos Bretón Armada, la avanzadilla de la fusión de Digital 21 y la tecno-activista Nikky Schiller.

La reivindicación sentimental del simposio no olvida su componente político. "No se trata de un simple festival. Colaboramos entre nosotros, creamos colectivos y esperamos que esto vaya más allá", señala Biovac N. que, frente al pesimismo generalizado, defiende el poder democrático de la tecnología y la necesidad de "construir el futuro, pelear por ello, día a día".

Alguna misteriosa conjunción planetaria ha hecho coincidir la fiesta retrofuturista con la actuación el mismo día, en la sala Siroco de Madrid, de Arturo Lanz, uno de los pioneros de la música electrónica en España y ex miembro originario de Aviador Dro.

Lanz no recuerda muy bien su participación en aquel concierto de 1981 y cree que no tuvo mucha influencia en el despegue de la música electrónica española "visto su escaso desarrollo".

Pese a ello, Arturo, que dirige desde 1980 la reivindicada y prestigiosa banda Esplendor Geométrico, promete "ruido y ritmo" en su espectáculo madrileño.

Para Servando, la semilla de aquel simposio, sin embargo, se mantiene: "Nosotros sabíamos que la libertad creativa nos la aportarían las máquinas, liberándonos de nuestras limitaciones "físicas" como músicos y se democratizaría la escena musical".

Así, en parte, ha sido. De momento, ante un presente poco dado al optimismo, el líder de Aviador Dro vuelve mañana a volar sobre la ciudad.

No sabemos si habrá un tercer simposio dentro de 32 años en algún otro lugar de la Vía Láctea. De lo que estamos seguros es de qué canciones, como "La televisión es nutritiva" o "Yo Cyborg", permanecerán en la memoria de los androides que sueñan con ovejas eléctricas.

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