Magia en Irán y soledad en Grecia, a concurso en Venecia

  • La competición de Venecia se instaló hoy en un terreno más personal y minoritario con las dos películas proyectadas. En la soledad e incomprensión de "Alpis", del griego Yorgos Lathimos, y en la fábula y la magia de "Poulet aux prunes", de Marjane Satrapi y Vincent Paronnaud.

Alicia García de Francisco

Venecia (Italia), 3 sep.- La competición de Venecia se instaló hoy en un terreno más personal y minoritario con las dos películas proyectadas. En la soledad e incomprensión de "Alpis", del griego Yorgos Lathimos, y en la fábula y la magia de "Poulet aux prunes", de Marjane Satrapi y Vincent Paronnaud.

Dureza e incomprensión en la búsqueda de una salida a la soledad en la cinta de Lathimos, una película compleja y por momentos incomprensible que podría dar en la diana de los premios de Venecia frente a la dulzura y la nostalgia que destila el trabajo de Satrapi y Paronnau, cuya belleza formal también podría conseguir algo en esta 68 edición de la Mostra.

Tras el éxito de "Persépolis" en 2007, con nominación al Óscar incluida, Marjane Satrapi, junto a Vincent Paronnaud, vuelve a adaptar al cine otra de sus novelas gráficas, en este caso "Poulet aux prunes" ("Pollo con ciruelas"), que cuenta la historia del romántico hermano de su abuelo, un personaje que ya aparecía en su filme anterior.

Con una estética preciosista y totalmente deudora del dibujo, Satrapi y Paronnaud construyen una historia ambientada en los años cincuenta en Teherán y que han tratado de que sea muy universal.

Así lo explicó Satrapi en la rueda de prensa de presentación en Venecia de una película en la que han utilizado la abstracción del dibujo para darle esa universalidad que buscaban.

A lo que se ha unido su deseo de rendir un homenaje al cine de los años cincuenta, a los grandes dramas hollywoodienses. "Es un grito de amor por el amor y por la belleza, no sólo por el cine. De vez en cuando hay que hacer cosas simplemente por el arte y la belleza", señaló Satrapi.

Tras la historia de una joven iraní durante la revolución islámica de "Persépolis", Satrapi ha llevado al cine un proyecto a medio camino entre el cuento y la fábula sobre un amor imposible.

Una película que los directores no han querido que fuera totalmente realista. "Lo hacemos todo con el objetivo de mostrar las cosas en común entre todos, como el amor. Una historia que pasa en Irán pero que podría ocurrir en cualquier lugar", precisó la directora.

Junto a Amalric, en "Poulet aux prunes" aparecen Golshifteh Farahani, María de Medeiros, Chiara Mastroianni e Isabella Rossellini en una pequeña colaboración.

Nombres tan conocidos como son desconocidos los de los protagonistas de "Alpis", el nuevo trabajo del griego Yorgos Lanthimos tras la sorpresa que supuso su "Canino" hace dos años, que también logró una nominación al Óscar.

Repite Lanthimos con su exploración de la soledad pero desde un punto de vista diferente.

En este caso, "Alpis" ("Alpes") cuenta la historia de un grupo de gente que se dedica a consolar a personas que han perdido a un ser querido sustituyendo al fallecido.

Complicada de narrar y sin artificios de ningún tipo, "Alpis" emociona por momentos pero también se pierde en un laberinto mental difícil de entender.

Cuando empezó a preparar el filme, Lanthimos y su coguionista, Efthimis Filippou, pensaron en personas que escribían cartas o llamadas de teléfono a otros haciendo pensar que eran muertos.

"Nos dijimos que la historia debería de ser sobre estas personas y no tanto sobre quienes pierden a alguien y lo lloran. La historia está contada desde el punto de vista de personas que entran en esta vida distinta y huyen de la suya, haciéndose pasar por otros", explicó el director en rueda de prensa.

Una historia en cierto modo relacionada con su anterior trabajo, un parecido que el realizador ha querido descartar.

En "Canino" se trataba "de una persona que buscaba huir de este mundo falso (....) y, sin embargo, 'Alpis' tiene mucho que ver con muchas otras personas que buscan pertenecer a este mundo distinto o que no les pertenecía en un principio. Buscan penetrar en otro mundo".

Un filme que no se ha realizado como metáfora de la situación actual de Grecia, como explicó Lanthimos ante una pregunta.

"No tiene que ver específicamente con Grecia, sino que se podría ambientar en cualquier parte del mundo. Por supuesto que aparece que el dinero es una necesidad y la gente hace lo que sea por conseguirlo. Pero este no es el hecho que lleva al filme".

Dos filmes muy diferentes que bajan el listón de estrellas que había presentado el Festival de Venecia hasta este momento pero que no desentona con el buen nivel visto hasta el momento.

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