Maison Moschino: un hotel a la moda

  • La casa de moda Moschino convierte una antigua estación de trenes en el centro de Milán en un fashion hotel. 65 habitaciones de diferentes tipologías inspiradas en el mundo de los sueños y de las fábulas. ¿Quién ha dicho que la moda no se relaja nunca?
La casa de moda Moschino convierte una antigua estación de trenes en el centro de Milán en un fashion hotel.
La casa de moda Moschino convierte una antigua estación de trenes en el centro de Milán en un fashion hotel.
lainformacion.com
Alessia Cisternino

Si hay una marca de moda que ha hecho de la ironía y del juego sus lemas, ésta es Moschino. Colores, flores, corazones. Moschino se atreve prácticamente con todo y ahora también con un hotel en el centro de Milán. Inaugurado hace ni siquiera tres meses, la Maison Moschino es un fashion hotel donde los mundos impalpables de las fábulas, de los sueños, de la moda y del diseño se superponen el uno al otro convirtiendo un antiguo edificio en un hotel muy muy a la moda.

La Maison Moschino cuenta con65 habitaciones de diversas tipologías (Classic, Deluxe, Deluxe Gallery, Prestige, Prestige Gallery y Junior Suites), cada una con un concepto de diseño diferente: está la habitación de Caperucita Roja con un lobo de trapo que espera en la cama; la habitación de los dulces con unos cojines gigantes con forma de pastelitos y una lámpara de galletas y caramelos; la habitación de los pétalos con una manta de pétalos rojos sobre la cama; la habitación "Dormir en un traje de noche" en la que un elegante traje de noche oversize – negro, blanco o rojo – colgando de una percha se convierte en una manta que envuelve la cama y, como no, la habitación de Alicia con una mesa con forma de taza.

El diseño de la Maison Moschino ha sido realizado bajo de la dirección de Rossella Jardini, directora creativa de Moschino, en colaboración con Jo Ann Tan. El edificio es de 1840 y ha sido la primera estación de trenes de Milán y la segunda más antigua de Italia. Mientras la fachada original ha sido respetada, de la estructura interna se ha guardado sólo la división en cuatro plantas, mientras el resto ha sido totalmente rediseñado.

En la planta baja, adyacente al jardín, está el restaurante de la Maison Moschino, el Clandestino Milano gestionado por el chef Moreno Cedroni que para la ocasión importa y redefine su concepto de sushi bar desde las costas de la Cerdeña hasta el corazón de Milán. Entre las propuestas más originales del chef – cuya cocina debe mucho a la "revolución Adrià", como él mismo admite – el sushi de colores y el "Mos Kit", un desayuno a base de fruta, minibocadillos, cruasanes, café, mantequilla y mermeladas servido en un elegante cofre blanco con forma de caja de zapatos.

Naturalmente, el hotel cuenta con un espacio fitness; un Spa donde entre cosméticos que guardan las propiedades benéficas del agua de los manantiales marinos de la costas de Bretaña, novedosas técnicas de masajes para el cuerpo y para el rostro, baño turco y manicura es imposible que uno no se relaje y, finalmente, con una boutique donde se puede adquirir todo o casi lo que se encuentra en las habitaciones – desde la manta repleta de pétalos de flores hasta el abat jour-bolso pasando por la lámpara vestido.

Explosiones de colores, elementos pop y divertidos que se entremezclan con toques de glamour, moda e ironía. El alma de la casa Moschino abandona por un momento las pasarelas y se traslada entera a un edificio único donde las necesidades básicas como comer y dormir se convierten en algo más o por lo menos en algo mucho más elegante. Los precios, eso sí, no son exactamente asequibles: el precio mínimo de una habitación roza los 300 euros por noche. Acceder al mundo de los sueños sin dormirse nunca ha sido tan fácil.

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