"Mamá está en la peluquería": no con mis hijos

  • Madrid.- Como "Las horas" o "Yo soy el amor", la película canadiense "Mamá está en la peluquería", que se estrena este fin de semana en España, aborda lo que su directora, Léa Pool, considera todavía "un tabú": las madres que, anegadas por la frustración, abandonan el núcleo familiar.

"Mamá está en la peluquería": no con mis hijos
"Mamá está en la peluquería": no con mis hijos

Madrid.- Como "Las horas" o "Yo soy el amor", la película canadiense "Mamá está en la peluquería", que se estrena este fin de semana en España, aborda lo que su directora, Léa Pool, considera todavía "un tabú": las madres que, anegadas por la frustración, abandonan el núcleo familiar.

La conflictiva frontera entre los imperativos de una mujer encerrada en una vida que detesta y las responsabilidades de una madre hacia sus hijos vuelven a ser la disyuntiva de esta cinta de esta directora nacida en suiza y afincada en Canadá.

"La respuesta a esa pregunta sigue siendo un gran misterio para mí", reconoce en una entrevista telefónica con Efe desde Montreal. "He hecho esta película desde el punto de vista de una niña que, como yo, fue abandonada por su madre y para comprender algo que considero incomprensible ahora que soy madre: qué te puede llevar a abandonar a tus hijos", asegura.

Así, "Mamá está en la peluquería" es el eufemismo que encuentran tres hijos desamparados para procesar este abandono traumático ambientado en Canadá en los años sesenta y detonado, para más inri, por la homosexualidad reprimida de su padre.

"Hoy en día, la cuestión homosexual se vería de otro modo, pero la frustración femenina está a la orden del día. Hay divorcios y maneras legales para compatibilizar el cambio radical con la maternidad", reconoce la cineasta.

Pero con este cóctel explosivo de emociones, lo más sorprendente de la película es su tono sosegado. "Es la perspectiva de una niña, y los niños son capaces de vivir un drama y ponerse a jugar a continuación", explica Pool, que presentó esta cinta en el Festival de San Sebastián de 2008.

Así, los actores infantiles Mareinne Fortier, Hugo St-Onge-Paquin y Élie Dupuis, cargan con el peso del filme, en el que los papeles adultos, pero no por ello más maduros, los desempeñan Céline Bonnier y Laurent Lucas.

"Cuando vivía en Suiza trabajaba como maestra y, además de estar acostumbrada a tratar con niños, entendí que no hay que sobrevalorarles ni infravalorarles. Simplemente acercarte a ellos y valorarlos en toda su complejidad", explica la directora, quien es madre adoptiva de una niña china.

Pero a pesar de la implicación personal que tiene en esta historia, escrita por una guionista que pasó por una experiencia similar, Isabelle Hébert, ha evitado juzgar a los personajes y ofrecer respuestas ejemplarizantes.

Y con la dilación que se ha producido desde su rodaje hasta su estreno en España, Pool ha tenido tiempo para introducirse en dos nuevos proyectos que tratan temas también delicados.

Ya ha estrenado en su país "La dernière fugue", que habla de una huida pero esta vez hasta la muerte, y está preparando otro documental sobre las dos caras de las organizaciones benéficas contra el cáncer de mama: el filantrópico y el empresarial.

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