Manuel Carrasco hace soñar a Madrid con su alma hecha canciones

    • El artista ofrece un concierto de más de dos horas donde hasta se arrancó por bulerías.
    • Pablo López le acompañó sobre el escenario para cantar a dúo 'Otoño, octubre'.
Manuel Carrasco en concierto.
Manuel Carrasco en concierto.
Nuria Hernández
Nuria Hernández

Cantar con las entrañas podría ser una expresión que se queda corta para describir a Manuel Carrasco en directo. El cantante ofreció este jueves un concierto en Madrid (que tenía el cartel de entradas agotadas desde hace meses) de más de dos horas de música, poesía y alma, mucha alma.

Porque Manuel Carrasco es pura emoción y así hizo que su público lo sintiera desde que presentó en el escenario del Circo Price, él solo, con su guitarra y una luz. 'Entiendo' puso el corazón en un puño a sus seguidores, que no pudieron contener los 'olés' en ese momento tan mágico e íntimo. Con 'Montañas de Sal' siguieron las emociones agarradas al estómago de un público entregado y de un Manuel pletórico demostrando que diez años, para él, no son nada, o son mucho.

Para saludar a los que allí le aclamaban, Carrasco eligió un himno de la capital, ni más ni menos que 'Yo me quedo en Madrid', de Sabina, que cantó a capela. Y a partir de ahí, todo un recital de poesía, vida, amor y alma, de nuevo. Con 'Antes de ti' enamoró, con 'Sabrás' puso por fin a la gente en pie y justo después llegó la sorpresa de la noche.

Pablo López, uno de los artistas revelación de este año, saltó al escenario para cantar a dúo con Manuel un tema especialmente importante en la carrera del de Isla Cristina, 'Otoño, octubre'. Pablo y Manuel, Manuel y Pablo, unieron sus voces en una y regalaron un momento único a la noche madrileña.

Y continuando con la primera parte del concierto, Manuel no puedo contenerse. "Esta es la canción de amor más bonita que he escrito". Y no le falta razón. 'Porque' dejó a todos mudos, sin palabras, sin aliento. Y tras ella, una de sus primeras dedicatorias a las mujeres, a esas "que dan un pasito más, uno y otro más, mujer valiente". 'Mujer de las mil batallas' y 'Que nadie', dos temas que pusieron la piel de gallina gracias al desgarro de Manuel en la voz.

El momento más íntimo y bello de la noche llegó de la mano de 'Nada es igual', que Manuel cantó sentado en un taburete con la simple música de su guitarra y un violín. Y el público volvió a enmudecer y algunos hasta no pudieron contener las lágrimas. Y para rematar la faena, casi como un torero en la arena, 'Menos Mal' provocó otro de esos momentos de magia en los que la música no necesita de grandes artificios para llegar al corazón.

A partir de ahí, Manuel quiso también demostrar que si es grande, enorme, cantando 'bajito' pero tan 'bonito', también lo es con su lado más roquero. Con 'Ámame otra vez', 'Si miras a tu alrededor' y 'Prefiero seguir presente', Manuel se 'volvió' loco saltando en el escenario e hizo que sus seguidores ya no volvieran a sentarse en casi todo el concierto.

También llegó 'Ahora', una de las más esperadas y con las que Manuel quiso que el público cantara para él, y nuevamente el ritmo inundó el escenario con 'El bar de los pesares' para cerrar (aparentemente) con otro de esos temas más movidos como es 'Tan solo tú'.Dos bises y un momento flamenco

La gente no se iba a ir del concierto sin un buen bis. Y hubo dos. En el primero, Manuel deleitó a todos con una desgarradora 'Que nos está pasando', en la que el alma volvió a encogerse con la voz más rota de un artista completamente entregado y que vive y siente cada una de las palabras que recita. Manuel bromeó, cantó, bailó (al menos lo intentó) y se entregó.

Porque Manuel es más que un cantante, es un poeta. Y otra de las más esperadas, ya un canto a la amistad. "Este era mi sueño cuando era un niño, Madrid", decía Manuel antes de cantar 'No dejes de soñar' y terminar (o eso parecía) con la cañera 'Aprieta', una de sus últimas composiciones.

Pero Madrid no se apaga tan fácilmente y Manuel Carrasco salió por segunda vez al escenario tras despedirse. Y lo hizo solo, desnudo con su voz y su guitarra, tal y como empezó dos horas antes. "Voy a tener un momento de 'sin vergüenza y os voy a cantar un poco de flamenquito. Pero como estamos entre amigos...", dijo el artista arrancándose por bulerías ante el silencio de todos.

Y llegaba un nuevo regalo para los oídos y los corazones. Aludiendo a 'Confieso que he sentido', el título de su disco, Manuel entregaba una canción muy especial a sus seguidores con los nombres de todos sus álbumes escondidos en la letra, para casi terminar con 'Soy afortunado', toda una canción de agradecimiento a sus seguidores, su familia y su gente. Y fue un casi terminar, porque a Manuel le quedaron fuerzas para cantar, sin micro, sin sonido, sólo y a capela de nuevo.

Manuel Carrasco conquistó Madrid. Manuel Carrasco demostró que el trabajo bien hecho tiene su recompensa y se dejó la piel y le robó el alma a todos los que quisieron emocionarse con cada una de sus poesías hechas canciones. Manuel Carrasco, ¡qué arte tienes!.

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