Manuel escribano corta dos orejas y sale a hombros en Palencia

  • El diestro Manuel Escribano, que ha cortado dos orejas y ha salido de la plaza a hombros, ha sido el triunfador de la corrida celebrada hoy en Palencia (norte), la cuarta corrida de la Feria de San Antolín, festejo en el que Carlos Doyague escuchó los tres avisos y contempló la devolución de su toro al corral.

Palencia (España), 31 ago.- El diestro Manuel Escribano, que ha cortado dos orejas y ha salido de la plaza a hombros, ha sido el triunfador de la corrida celebrada hoy en Palencia (norte), la cuarta corrida de la Feria de San Antolín, festejo en el que Carlos Doyague escuchó los tres avisos y contempló la devolución de su toro al corral.

Se han lidiado tres toros de Valdeavellán, primero tercero y quinto. Manso sin paliativos el que abrió plaza; aceptable pero sin humillar el tercero y con mucha clase el quinto, y tres de Adolfo Martín, de los cuales segundo y cuarto carecieron de bravura y fue bueno el sexto.

Rafael Rubio "Rafaelillo", pitos tras dos avisos y silencio

Manuel Escribano, silencio y dos orejas

Carlos Doyague, pitos tras escuchar los tres avisos y ser devuelto al corral y silencio tras aviso.

La corrida no pudo comenzar peor. Salió a la arena un toro de hechuras feísimas y de una mansedumbre infinita. La lidia en los dos primeros tercios transcurrió con desarmes, enganches y viajes en falso. El marrajo llegó a la muleta defendiéndose y Rafaelillo no logró darle un pase y estuvo muy desacertado con la espada. El público tomó partido por el toro, al que aplaudió y pitó al torero. Inaudito.

Brindó la muerte de su segundo al público y se dirigió muy decidido al toro pero pronto se desconfió y su faena fue una sucesión de muletazos sin dar sosiego a los pies para terminar matando muy mal.

Manuel Escribano, en el primero de su lote se encontró con un toro que se quedaba corto en todos los muletazos. Su faena fue, pues, de medios pases y, claro, sin relieve. En el quinto toro de la tarde veroniqueó con aseo y banderilleó con brillantez antes de realiza runa faena muy entonada, logrando series muy ligadas que refrendó con una estocada de efecto fulminante.

Carlos Doyague en su primer enemigo, cuya presencia sembró el pánico en el ruedo y que acudió cinco veces al caballo, tres de las cuales salió suelto, llegó a la muleta de su matador sin humillar pero acudiendo siempre a los toques. Doyague pasó un víacrucis para intentar matarlo sin conseguirlo y escuchar los tres avisos. Intentó congratularse con el público al que brindó la muerte del sexto, brindis que fue recibido con división de opiniones. La faena voluntariosa careció de reposo y con los aceros tampoco estuvo acertado.

Un tercio de entrada en tarde soleada, que terminó siendo fresca.

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