Santander, 9 sep.- Manuel Vicent completará la trilogía de la que ya ha publicado "Aguirre, el magnífico", basado en Jesús Aguirre, y "El azar de la mujer rubia", sobre Carmen Díez de Rivera, inspirándose en la familia real para, de nuevo de forma novelada, reflejar aspectos de los últimos veinte años de historia de España.
Este escritor y periodista, que cierra el ciclo de los Martes Literarios de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), lo ha explicado en una rueda de prensa en esta institución académica, donde ha reivindicado "convertir en literatura" lo que uno vive, siente y goza, "como un testimonio".
Vicent (Villavieja, Castellón, 1936) ha adelantado que está trabajando en la última parte de la trilogía que se completará con una visión de los últimos veinte años de este país partiendo del retrato inacabado de la familia real.
En las páginas de esta nueva novela, Vicent quiere plasmar, por ejemplo, lo que ha ocurrido con la explosión de la burbuja económica o los acontecimientos que se han vivido en torno al nuevo milenio.
Para el autor, su nuevo proyecto no tiene que ser una descripción ni una crónica periodística, sino que debe tener "un poco de drama, de acción y de misterio", y también algo "de coger la realidad y convertirla en una ficción".
"Es arriesgado si lo haces mal o burdo", admite Vicente, que recalca que, en su caso, duda de si sirve de algo ya "escribir ficción pura".
Por ello, en sus últimos trabajos, un personaje fabulado, basado en otro real, presenta parte del devenir de España por medio de "una pequeña intrahistoria", porque para este autor hay figuras "que trascienden la realidad" y se transforman en ficción.
En esta nueva ocasión, Vicent partirá del retrato de la familia real que se encargó a Antonio López en 1994 y que aún no se ha terminado, desgranando las figuras que han aparecido en los últimos veinte años, en una suerte de "mito de Dorian Grey".
Aún no sabe "lo que va a salir" de esta tercera parte de la serie que inició con "Aguirre, el magnífico", porque está en el comienzo del trabajo, ni tampoco qué personaje de los que han protagonizado "esta última etapa" será el protagonista de la acción de la novela.
Pero avisa de que "no va a ser nada de chismografía", porque "la literatura del corazón" y "la charca de los rumores y las insidias" no le interesan "nada".
De hecho, remarca que en los libros anteriores, de Jesús Aguirre, que fue duque de Alba, y de la política y figura de la Transición Carmen Díez de Rivera, se orilló "todo lo chismográfico".
Pero Vicent reconoce que esa afición a mezclar personajes reales con novelados ha podido herir susceptibilidades; por ejemplo, la de Cayetana de Alba tras "Aguirre, el magnífico".
Insiste en que su intención es retratar "un momento histórico" que tanto el autor como el lector hayan compartido, lo que, en su opinión, provoca "una especie de complicidad".
Vicent aboga además por dejar "espacios libres" en las novelas y relatos, para que el lector "pueda volar", "navegar" y "completar sus propios sentimientos". EFE
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