Manzanares y Mendoza salen a hombros de la primera tarde de la Feria de San Juan en León

  • León.- El diestro José María Manzanares y el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, con dos orejas cada uno, han sido los triunfadores de la primera corrida de toros de la Feria de San Juan, de León, en la que han compartido cartel con Manolo Sánchez y Miguel Ángel Perera.

Manzanares y Mendoza salen a hombros de la primera tarde de la Feria de San Juan en León
Manzanares y Mendoza salen a hombros de la primera tarde de la Feria de San Juan en León

León.- El diestro José María Manzanares y el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, con dos orejas cada uno, han sido los triunfadores de la primera corrida de toros de la Feria de San Juan, de León, en la que han compartido cartel con Manolo Sánchez y Miguel Ángel Perera.

FICHA DEL FESTEJO.- seis toros de la ganadería de Jandilla. El tercero y el sexto con el hierro de Vega Hermosa, justos de presentación y nobles. El mejor fue el jugado en último lugar. Y un toro para rejones, de Sánchez y Sánchez, bravo.

Manolo Sánchez, palmas y oreja.

José María Manzanares, oreja y oreja.

Miguel Ángel Perera, ovación y una oreja.

El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza dos orejas.

Manzanares y Hermoso salieron a hombros.

El coso leonés registró menos de media entrada.

Abrió plaza y feria Manolo Sánchez, que debutaba en León, con un toreo serio y castellano en ambos enemigos, con el que cimentó dos labores llenas de poder y personalidad.

Destacó más en el segundo de su lote, frente al que ofreció su clásico repertorio de toreo al natural.

Manzanares demostró que es un diestro en progresión frente a los dos enemigos de su lote, a los que toreó despacito y bien, marcando los tiempos y con un excelente ritmo de muñecas.

Con la mano derecha los muletazos tuvieron largura, limpieza y personalidad, y con la izquierda resultaron incontestables.

Manzanares subió el crédito en ambos toros y dejó patente que va de camino a ser una figura del toreo.

Miguel Ángel Perera perdió la oreja del primero de su lote por el mal uso de la espada, pero antes ya había dictado una lección de toreo del caro que asombró a los tendidos.

Derecho como un junco y con la muñeca reglada, movió al primero de su lote sin que el astado le rozara en el engaño, en una faena sin duda importante.

Mantuvo la intensidad frente al segundo de su lote, una labor de alta nota en la que destacó la quietud y parsimonia con la que enceló al toro en el engaño.

Perera colocó al animal entre las dos rayas y sin rectificar las zapatillas lo desplazó por ambos pitones en una faena cargada de emotividad y belleza, que ha dejado un excelente sabor de boca a la afición leonesa.

Pablo Hermoso de Mendoza demostró en León que es de los mejores rejoneadores y a lomos de su caballo fue un prodigio de toreo a la jineta.

Lo toreó a dos pistas y el animal, muy bravo y repetidor, colaboró para que el escenario donde se estaba representando la obra adquiriera un alto grado en la plaza, en la que el rejoneador navarro clavó banderillas largas y cortas por ambos pitones.

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