Marie NDiaye dice que no escribe "novelas resumibles en palabras acabadas en 'ismo'"

  • Berlín.- "Cuando escribo una novela intento que no se pueda reducir a una palabra que acaba en 'ismo'", ha dicho a Efe la escritora francesa Marie NDiaye, ganadora del último premio Goncourt por el libro "Tres mujeres fuertes".

Marie NDiaye dice que no escribe "novelas resumibles en palabras acabadas en 'ismo'"
Marie NDiaye dice que no escribe "novelas resumibles en palabras acabadas en 'ismo'"

Berlín.- "Cuando escribo una novela intento que no se pueda reducir a una palabra que acaba en 'ismo'", ha dicho a Efe la escritora francesa Marie NDiaye, ganadora del último premio Goncourt por el libro "Tres mujeres fuertes".

"Tres mujeres fuertes", que acaba de publicar en España la editorial Acantilado y su sello en catalán Quaderns Crema, narra las peripecias vitales de tres mujeres, que dicen no, cada una a su manera, y que luchan con firmeza por preservar su dignidad ante las humillaciones que la vida les infringe,

En una entrevista concedida a Efe, NDiaye, que vive en Berlín, rechaza que su novela pueda ser considerada feminista. "No es una novela lo bastante comprometida como para ser considerada feminista", señala, si bien añade con ironía que "quizá las feministas no se interesan mucho por la vida real de las mujeres".

A su juicio, lo que une los relatos protagonizados por cada una de las mujeres -Norah, Fanta y Khady Demba- es "la fuerza interior, a pesar de todo lo que les separa: diferentes condiciones de vida, riqueza e incluso distinta profesión".

En el relato, NDiaye habla también de las diferencias generacionales a través de la relación de Norah, que vive en Francia, y su padre, que está en África.

"El padre es una especie de personaje de cuento de hadas, como un ogro, demasiado exagerado como para ser realista, y Norah piensa que su padre debería dejar su sitio a los que vienen después, pero el padre no quiere ceder su sitio y quiere seguir sentado en la mesa de la gran comilona de la vida", explica la autora.

Por el contrario, Norah es una mujer perfeccionista, que "tiene mucho miedo a ceder el control sobre su vida, y por ello tiene miedo de confiar su hijo a otra persona, porque se cree que es la única que sabe hacer las cosas bien, aunque al final descubrirá que otras personas también pueden hacerlo como ella", ha dicho.

A través de la historia de Khady Demba, la autora francesa quería "dar un aspecto novelesco al drama de la emigración clandestina de África hacia Europa, unos emigrantes que nunca son vistos como héroes".

"Los inmigrantes -recuerda NDiaye- pasan pruebas terribles y muestran un valor y un coraje que me parecen admirables, y aunque son miserables y pobres, ante todo son unos héroes, equiparables a los héroes de la mitología que tenían que pasar una serie de pruebas".

La propia historia y la vida interior de las protagonistas ha obligado a la escritora, reconoce NDiaye, a salirse de su guión habitual y a destilar un estilo intimista, minucioso, con un tono descriptivo y un tempo ralentizado.

"No es mi estilo habitual, he intentado escribir de una forma más simple, he tratado de escribir lo que tenía que decir, sin ser demasiado compleja sintácticamente", asegura.

Norah, Fanta y Khady Demba son tres ejemplos, admite NDiaye, de "mujeres que preservan su dignidad", pero al final le molesta que se cuelgue la etiqueta de feminismo, "porque no se ofrece un punto de vista sólo de las mujeres, sino que es el punto de vista humano".

Niega que la novela sea autobiográfica o que parta de un modelo, sino que los personajes son fruto de lo que ve en la televisión, lo que lee en la prensa y de las conversaciones con la gente.

A pesar de que nunca se planteó la posibilidad de ganar el Premio Goncourt -"me parece que mis libros no estaban hechos para obtener ese premio", apunta-, ganar el prestigioso galardón francés ha tenido un efecto positivo: "Los lectores de mis novelas se han ampliado enormemente, y eso es bueno".

Faulkner, Malcolm Laurie, Antonio Lobo Antunes, Juan Rulfo, los clásicos de la literatura francesa, sobre todo, Proust, Joyce Carol Oates, y Javier Marías, del que ha leído "El corazón tan blanco" y "Mañana en la batalla piensa en mí", son sus autores de cabecera.

Cuando comenzó a escribir "Tres mujeres fuertes" NDiaye acababa de instalarse en Berlín, donde vivía en "una burbuja francófona", algo que ha cambiado, pues ahora está aprendiendo el alemán e incluso ha llegado a afectar su francés literario. "A veces, tengo que buscar palabras francesas que se me olvidan".

Descarta volver a Barcelona, donde vivió hace 23 años, pues "hoy se ha vuelto una ciudad muy cara y 'de moda', y Berlín es mucho más barata y más 'normal'".

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