Madrid, 24 mar.- La escritora Marta del Riego ha buscado en su segunda novela, "Sendero de frío y amor", poner en pie una "historia un poco oscuro", que removiera al lector con su mezcla de misterio, sexo y drogas.
Dos mellizas tendrán que enfrentarse al recuerdo de su madre, desaparecida cuando eran niñas en una historia ambientada en las montañas leonesas y llena de intrigas y secretos, muy diferente a su primera obra, de tono más cómico, "Sólo los tontos creen en el amor"(2010).
La novela (Suma de Letras) se centra en Lulu, una muchacha libre y salvaje, que vuelve a su pueblo donde tiene que convivir con su hermana Mati, una abogada de vida tranquila. "Tengo una hermana más pequeña que yo y puede que haya cogido cosas de ambas", declara a Efe la autora, que reconoce que las dos protagonistas tienen rasgos de su propio carácter.
"Partió como un juego, dos hermanas mellizas que se enfrentan a una pérdida". Esta fue la idea de inicio, que le llevó a abordar la "duplicidad" de las hermanas y ver cómo ambas se enfrentan a la misteriosa desaparición de su madre.
Los géneros se mezclan y el drama familiar se va convirtiendo en un "thriller" donde los secretos del pasado van apareciendo. "Yo no había explorado esa rama", explica Del Riego, que se entrevistó con abogados y policías para abordar la historia.
"Contar cada capítulo desde un punto diferente" fue la estructura que eligió para la novela y que le llevó a tener dudas: "Me parecía una idea demasiado ambiciosa", asegura.
Pero apostó por este estilo, para lo que tuvo que trabajar mucho en las diferencias de las personalidades de las dos protagonistas.
La historia transcurre en La Bañeza, que da el "ambiente frío, un poco brumoso" del libro. Una región en la que nació la autora, transcurrió su infancia y adolescencia de la autora y que le sirvió de inspiración.
"Yo no quería mostrar un campo idílico, sino un campo moderno en el que los chavales aparcaban el tractor y se metían de coca hasta arriba", dice la autora, que refleja en "Sendero de frío y amor" la época de bonanza de principios de los noventa y cómo la modernidad tuvo que convivir con las tradiciones del mundo agrícola.
Los diálogos tratan de imitar el argot del norte de León: "La gente ahí habla así, y me gusta que se pueda sentir el acento de la gente al hablar", por lo que la autora ha llegado a calificar su obra como "una novela del noroeste, de esa esquina de España".
Redactora jefe en la revista Vanity Fair, su profesión le ayuda mucho porque le permite estar "siempre en contacto con las palabras", pero al mismo tiempo que solo le deja hora y media al día para sus proyectos.
Y en cuanto a sus influencias, lee mucha literatura anglosajona: Joyce Carol Oates, Faulkner, además de autores de su región como Andrés Trapiello o Luis Mateo Díez, dice Del Riego, que se declara además admiradora de Sylvia Plath y gran lectora de poesía, género en el que se inició.
Su próxima novela será "una historia de amor fou", ambientada en la nochevieja de Berlín del año 2000, ciudad donde vivió trabajando como periodista. Además de este proyecto, habla de su interés por el mercado latinoamericano, donde quiere publicar "Sendero de frío y amor". EFE.
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