Martínez-Lázaro filma el amor de un andaluz y una vasca para romper tópicos

  • José Luis Picón.

José Luis Picón.

Málaga, 6 mar.- El director Emilio Martínez-Lázaro se ha valido del amor entre un andaluz y una vasca para superar los tópicos y prejuicios basados en el desconocimiento mutuo en su nueva comedia, "Ocho apellidos vascos", que llegará a las carteleras el próximo 14 de marzo.

Rafa (Dani Rovira) es un sevillano que nunca ha viajado más allá de Despeñaperros hasta que conoce a una vasca, Amaia (Clara Lago), por la que estará dispuesto incluso a hacerse pasar por cabecilla de la "kale borroka", en esta historia en cuyo reparto están además Karra Elejalde, Carmen Machi, Alberto López y Alfonso Sánchez.

Rovira, López y Sánchez, tocados los tres con "txapela" y vestidos con camisetas del Málaga, del Sevilla y del Betis, respectivamente, han presentado hoy la película con motivo de su preestreno esta noche en Málaga de Festival (MaF), el programa de actividades previas al decimoséptimo Festival de Cine Español, en lo que será el primer contacto de la cinta con el público.

Para Rovira no es sólo su primer trabajo en el cine, sino además como protagonista que es, junto a Clara Lago, soporta todo el peso de la historia desde el primer minuto hasta el último.

"El guión de Borja Cobeaga y Diego San José ya era sobre el papel una historia desmedida y apoteósica", ha afirmado Rovira, que ha calificado la película como "una comedia romántica en la que se ve a dos protagonistas a los que unen más cosas que las que les separan".

A su juicio, "la comedia está en jugar con los estereotipos hasta el punto de hacerlos caricaturas", y, pese a hacer humor con los tópicos vascos, cree que, "si la película hubiera llegado hace diez años, tampoco hubiera pasado nada".

"Me parece una película necesaria, porque lejos de confrontar es todo lo contrario: la historia de un andaluz que se enamora de una vasca, porque lo que cuentan son las personas, gente que desconoce la cultura del otro y viceversa, pero que después vuelve a Andalucía y dice que lo de ahí arriba no es como se piensa", ha explicado.

El trabajo "más arduo" ha sido el acento vasco, según Rovira, que cree sin embargo que en este aspecto la labor más complicada ha sido para Clara Lago, "que es de Torrelodones (Madrid) y tenía que hacer de vasca de verdad".

Por su parte, Alberto López considera que hay que "desmontar tópicos en esta España que no se suele reír de sí misma".

"Quizás un drama social o político habría sido más complicado y no estemos preparados todavía en España para contarlo sin la clave del romanticismo y la comedia, pero creo que es un buen comienzo empezar por el amor y la comedia", ha añadido López.

A Alfonso Sánchez le imponía respeto trabajar a las órdenes de Martínez-Lázaro y rodeado de este reparto, por lo que se implicó y ahora considera el producto final "fantástico".

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