"Martutene", la novela aceptada "con respeto" en Euskadi, ahora en castellano

  • Ramón Saizarbitoria, uno de los grandes escritores de la literatura vasca, acaba de publicar en castellano su última novela, "Martutene", aceptada "con respeto" en Euskadi después de que obras suyas anteriores fuesen "mal interpretadas" o bien recibidas con un extraño "silencio".

Madrid, 7 may.- Ramón Saizarbitoria, uno de los grandes escritores de la literatura vasca, acaba de publicar en castellano su última novela, "Martutene", aceptada "con respeto" en Euskadi después de que obras suyas anteriores fuesen "mal interpretadas" o bien recibidas con un extraño "silencio".

"Martutene" (Erein), publicada originalmente en euskera, ha sido "bien aceptada" en Euskadi "incluso por los sectores a los que, hipotéticamente, podría hacer daño", según ha explicado hoy su autor durante la presentación en Madrid de la novela, que recibió el Premio de la Crítica 2012 en euskera en la modalidad de narrativa.

Saizarbitoria (San Sebastián, 1944), ambienta su última obra en "Martutene", el barrio industrial y residencial ubicado a las afueras de su ciudad natal y conocido por la cárcel del mismo nombre, en uno de los muchos palacetes que quedan como testigos del "antiguo esplendor" de la ciudad, cuando se asentaba allí la alta burguesía.

Dos matrimonios cuya rutinaria existencia se ve alterada con la aparición de Lynn, una joven extranjera que actúa de espejo y ante la cual los protagonistas se enfrentan a su pasado individual y colectivo, son la excusa con la que el escritor afronta algunos de sus temas favoritos, como las complicadas relaciones de pareja o un mejor conocimiento de la mujer, "misión imposible".

Como telón de fondo el autor sitúa la historia de los últimos veinte años "de violencia" del País Vasco, un elemento "prácticamente inamovible" en casi todas sus obras, ante la certeza de que el sentimiento de culpa, individual o colectiva, es "inevitable" siempre en Euskadi.

"Iba a ser una novela corta, pero me vi en la obligación de complicarla e incluir el tema de la violencia en el país", ha asegurado hoy Saizarbitoria, quien ha reconocido que respiró aliviado tras la "buena acogida" de la novela en euskera después de "experiencias" anteriores.

Así, "Cien metros" (1975), sobre los últimos cien metros de un militante de ETA antes de morir abatido a tiros, fue -según su autor- "secuestrada" por el tema que trataba y la época de su publicación, lo que generó una "mala interpretación" de la misma, mientras que "Los pasos incontables" fue recibida con un significativo "silencio".

Pero ahora, según este sociólogo, merecedor del I Premio del Gobierno Vasco, la evolución de los acontecimientos en el País Vasco hace que haya "más libertad para hacer múltiples relatos", si bien ha mostrado su temor a que "muchos relatos puedan ocultar el árbol de la historia".

No obstante, ha considerado que los largos años de violencia en Euskadi "no han condicionado" a los escritores vascos a la hora de escribir y elegir sus temas y que no ha habido "autocensura", y ha recordado que siempre se les ha reprochado ocuparse "más del victimismo que de la víctima".

Para Saizarbitoria, ha sido "iluso" utilizar durante mucho tiempo el euskera como herramienta "para convencer", ya que -ha recordado- "si dices algo que no gusta te sacudirán igual, lo cuentes en euskera, en francés o en inglés".

Según el autor, tenía la necesidad de contar algo "desde una pequeña cultura que se justifica que pueda hacer cosas ajenas al mundo global" o que puedan -ha dicho- "no tener sentido en lenguajes más asentados".

El escritor vasco ha asegurado que le gustaría que estas lenguas "permitieran un ejercicio más libre de escritura" y estuviesen "más desvinculadas" de los mercados y del dinero, y ha asegurado que no es casual que su obra evoque "Montauk", la novela de Max Frisch que, como "Martutene", transcurre en un lugar cuyo nombre evoca un recuerdo imborrable.

A la pregunta del periodista Iñaki Gabilondo, quien presenta esta tarde la novela en el Círculo de Bellas Artes, de si no está todo escritor vasco condenado a sentirse atrapado como cronista de "una determinada realidad", Saizarbitoria ha respondido que sí: "Todo es complicado allí y escribir novelas también".

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