Mayer retrata la dificultad de vivir en sociedad con el síndrome de Asperger

  • Valladolid.- La dificultad de entablar relaciones sociales, vivir en pareja o entender algunas normas usuales de comportamiento de un joven con síndrome de Asperger, es lo que retrata el director estadounidense Max Mayer en la película "Adam", proyectada hoy dentro del Festival de Valladolid.

Valladolid.- La dificultad de entablar relaciones sociales, vivir en pareja o entender algunas normas usuales de comportamiento de un joven con síndrome de Asperger, es lo que retrata el director estadounidense Max Mayer en la película "Adam", proyectada hoy dentro del Festival de Valladolid.

"Adam" versa sobre la historia de Adam, un joven con el síndrome de Asperger -interpretado por Hugh Dancy- que encara una nueva vida en solitario tras la muerte de su padre, y Beth, una sociable profesora de escuela de familia acomodada a la que da vida la actriz Rose Byrne.

Beth, recién llegada al edificio donde habita Adam, va descubriendo el extraño comportamiento de su vecino y, a la vez, enamorándose de sus particularidades.

Gracias a la filantropía de la recién llegada, entablan una amistad que culmina en una relación amorosa condicionada por el síndrome de Asperger.

A través de esta película se pueden conocer algunas de las trastornos de comportamiento que provoca esta enfermedad psicológica, como una especial dificultad para entablar relaciones sociales, una escasa o nula empatía, la incapacidad de entender ironías y sarcasmos o un apasionamiento poco común por las tareas que le resultan de interés.

La frustración de Adam ante su incapacidad de afrontar determinados protocolos sociales culmina en diversos episodios que otorgan una carga dramática a la película y denotan la extrema sensibilidad de estos enfermos.

Max Mayer ha dirigido episodios de series de televisión como "El ala oeste de la Casa Blanca", "Alias" y "Leyes de familia". "Adam" es su segundo largometraje, tras "Better Living" (2000).

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