Memorable concierto benéfico reúne a José Carreras con Netrebko y Schrott

  • Isabel Saco.

Isabel Saco.

Ginebra, 20 ene.- La causa benéfica reunió esta noche, por primera vez, al tenor José Carreras con la "diva" rusa Anna Netrebko y el barítono uruguayo Erwin Schrott en un memorable concierto ofrecido en Ginebra bajo la dirección del español David Giménez y con la Orquesta del Festival de Gstaad.

Los fondos recolectados irán a la Fundación José Carreras contra la Leucemia, establecida también en Suiza y que apoya la investigación científica, así como la búsqueda de donantes de médula ósea o de sangre de cordón umbilical para los pacientes que sufren de la misma enfermedad que superó el tenor hace más de dos décadas.

Los beneficiados son, particularmente, aquellos que carecen de un familiar compatible y familias sin recursos económicos a las que se prestan servicios sociales.

La velada musical también servirá para financiar las actividades de la Fundación Anna & Erwin para los Niños, a través de la cual varias organizaciones caritativas reciben apoyo económico, incluido en el país natal de Netrebko.

Auspiciado por la firma suiza de joyas y relojes de lujo Chopard, que colabora con ambas entidades benéficas, el concierto fue tanto una muestra del compromiso de los tres intérpretes con las causas por las que militan, así como del profundo placer que un artista siente sobre el escenario.

Anna Netrebko, con su voz diáfana y potente, su gracia y su naturalidad conquistó sin dificultad al público, formado en su mayoría por clientes de la exclusiva firma de lujo.

A los 41 años, la soprano rusa está sin duda en la plenitud de su carrera y así lo demostró en su tercer concierto del año y que antecede al estreno este fin de mes de la opera L'elisir d'amore, de Donizetti, en el que interpretará a Adina, en el Metropolitan Opera de Nueva York.

En el Victoria Hall de Ginebra, Netrebko mostró porqué la crítica la coloca en lo más alto del firmamento de la lírica, en una etapa que ella ha decidido, según ha comentado, que se convierta en un "antes" y un "después", y que la llevará a asumir roles más complejos.

La natural coquetería y dominio escénico de la rusa alcanzó su cúspide en las dos canciones -"Bess you is my woman" de George Gershwin y "Die Lustige Witwe "Lippen schweigen" de Franz Lehár- que interpretó con Schrott, su esposo en la vida real, y que terminó en ambos casos con cariñosos besos en la boca.

Schrott aportó a este concierto la nota de originalidad, con interpretaciones en español del compositor español Pablo Sorozábal y tangos de los argentinos Carlos Cobián y Astor Piazzolla, que fueron finamente acompañados de acordeón y piano, y dejaron flotando en la sala una sensación de nostalgia.

El barítono bajo uruguayo dejó emanar también emoción cuando salió a cantar con Carreras, en una de las cuatro canciones fuera del programa y con las que agradecieron al reconocido público.

"Mi corazón bate muy fuerte al cantar con usted... maestro", dijo Schrott al tenor español antes de entonar la famosa canción "El día que me quieras", compuesta por Carlos Gardel, y que arrancó una ovación de la sala.

En un concierto que no quería terminar, ambos llamaron a Netrebko y juntos entonaron "La donna è mobile" de Giuseppe Verdi, en el año que celebra el bicentenario de este autor, sin quien la opera no sería lo que es.

El talento, la experiencia y el dominio de los tres cantantes encontró el apoyo ideal en la Orquesta del Festival de Gstaad, creada en 2010 para propagar el espíritu del Festival Menuhin y que reúne a los mejores músicos de las orquestas más prestigiosas de Suiza.

Al frente de ella destacó David Gimenez, director de orquesta invitado de la Filarmónica de Bucarest y director de orquesta laureado de la Sinfónica de Vallés (Barcelona), quien se adaptó con el mejor humor, al igual que sus músicos, a la generosidad con la que Carreras, Netrebko y Schrott quisieron agradecer el entusiasmo de los asistentes con varias canciones adicionales a las previstas.

Mostrar comentarios