Mesopotamia, cuna de la civilización, revive en una exposición en Barcelona

  • Un conjunto único de 400 piezas arqueológicas, procedentes de cuarenta museos y coleccionistas de todo el mundo, se exhiben a partir de hoy el CaixaFórum de Barcelona, en "Antes del Diluvio. Mesopotamia, 3.500-2100 a.C", la primera exposición de estas características tras el fin de la guerra de Iraq.

Barcelona, 29 nov.- Un conjunto único de 400 piezas arqueológicas, procedentes de cuarenta museos y coleccionistas de todo el mundo, se exhiben a partir de hoy el CaixaFórum de Barcelona, en "Antes del Diluvio. Mesopotamia, 3.500-2100 a.C", la primera exposición de estas características tras el fin de la guerra de Iraq.

Durante más de cinco años ha estado trabajando en este proyecto su comisario, el profesor de Estética Pedro Azara, quien hoy ha explicado en rueda de prensa que se trata de poder ofrecer la visión más completa de esta cultura, ubicada en lo que hoy es el sur de Iraq, y donde un poblado, Uruk, se convirtió en la primera gran ciudad de la Historia, con unos 40.000 habitantes.

Azara ha comentado que fue en las llanuras aluviales del Tigris y el Éufrates, en los milenios IV y III a.C, donde se empezó a aplicar la planificación territorial, donde surgió la primera escritura de la historia, así como la primera contabilidad.

Obras de arte, de entre las que sobresale una estatua del Príncipe Gudea orando, procedente del Louvre; joyas, como una corona de oro, lapislázuli y coralina de la Reina Puabi; así como textos y símbolos de aquella época pueden verse en las diferentes vitrinas de la exposición, que quiere ofrecer al público "un viaje en el tiempo y el espacio".

Azara ha subrayado, en este sentido, que ha querido no solo mostrar objetos de un territorio y el imaginario de sus habitantes, sino también el descubrimiento de Mesopotamia tanto desde el punto de vista de los occidentales como desde el de los árabes y musulmanes.

Además, se da a conocer el aspecto actual de estos yacimientos, que él pudo pisar hace unos meses, junto con representantes de la Fundación La Caixa. "La exposición -ha proseguido- nos habla del pasado, del presente y de los sueños que el pasado evoca".

El comisario ha incidido en que Mesopotamia es una cultura que, como tal, se descubre en la primera mitad del siglo XX, acabada la Primera Guerra Mundial y cuando pasa a mandato británico y se inician las grandes expediciones al lugar de alemanes, ingleses y franceses.

Es por este motivo que a día de hoy aparecen nuevas investigaciones que desarticulan algunos mitos de aquella primera civilización, como que, más que un pueblo de características étnicas, lingüísticas y culturales propias, en Mesopotamia convivieron tribus de distintas procedencias, con lenguas y tradiciones diversas.

Por otra parte, Azara ha subrayado que, si por un lado la zona era favorable a la vida, las obras que han llegado hasta el presente se caracterizan por su fragilidad, puesto que los materiales empleados para diseñarlas no eran perdurables.

Además, eran piezas que "no fueron concebidas para el ojo humano", ya que proceden de tumbas o de depósitos hallados bajo lo que habían sido grandes construcciones. "Estaban -según Azara- dedicadas a las fuerzas sobrenaturales del cielo o a las del inframundo".

Preguntado sobre cuáles son las más importantes, ha considerado que sobresalen la estatua de Gudea, una cabeza de tamaño natural de Sulgi o algunas joyas de la realeza, pero a él le hace especial ilusión poder presentar ante el público barcelonés un conjunto de antiguas maquetas de barcos y carromatos.

La exposición se complementa con obras contemporáneas de fotografías y filmaciones que testimonian la fascinación provocada por Mesopotamia en el hombre de hoy, y con textos árabes, desde el siglo IX, y cristianos, desde el siglo XVI hasta los años treinta del siglo pasado, de viajeros que recorrieron estas tierras.

Expresamente para esta exposición, que podrá verse hasta el día 24 de febrero, se han llevado a cabo reconstrucciones virtuales en 3D de la ciudad de Ur y del Templo Blanco de Uruk, entre otras.

Las piezas exhibidas provienen de museos como el Penn de Filadelfia, el Vorderasiatisches de Berlín, de los Musées Royaux d'Art et Histoire de Bruselas, del Louvre de París, del Field de Chicago o del Metropolitan Museum of Art de Nueva York. EFE.

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