
La modelo argentina Luisana Lopilato - quien se casó con el cantante canadiense el pasado mes de abril- tuvo que tomar acciones drásticas para "educar" a su marido porque estaba aburrida de lo desordenado que era. "Me harté de que Michael dejara toda su ropa tirada en el suelo por lo que la tiré a la piscina. Lo hice varias veces. No voy a decir que le haya educado pero sí que se esfuerza mucho cuando está conmigo", aseguró.Según contó la maniquí, el carismático artista es muy competitivo y no soporta perder."Solo le gano en un juego que tenemos en Argentina llamado Metegol (fútbol de mesa) y no le gusta cuando gano y le digo: 'Hoy soy tu profesora'", añadió a la revista You. Pero ni la envidia ni los celos son sentimientos que albergue la pareja. De hecho, Luisana no tiene problema alguno con las muchas admiradoras de su marido."Siempre le digo que por mí está bien que sea un ídolo romántico en el escenario. Ese es su trabajo. Pero no fuera del escenario", señaló.
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