Con más de 75 obras

¿Miedo y asco con Stephen King? Guía de 10 novelas para iniciados y despistados

  • El maestro del terror, de 72 años, acumula una fortuna de 500 millones de dólares y lleva más de 40 años como uno de los autores más vendidos.
Cuatro de las versiones a la pantalla grande de algunas de las obras más destacadas de Stephen King
Cuatro de las versiones a la pantalla grande de algunas de las obras más destacadas de Stephen King
EP

Decía Mark Twain que sus libros eran como el agua y que los de los grandes escritores se podrían comparar al vino. "Pero todo el mundo bebe agua", sentenciaba. Así que el de Misuri se hizo rico en vida y pudo disfrutar de su fama, pese a que ya en aquellos días se confundía el éxito con la poca calidad sobre el papel, la crítica honesta con la envidia. Hoy nadie discute su lugar en la historia de la literatura. O el de Charles Dickens, Alexandre Dumas, Benito Pérez Galdós

La estantería en la que se pondrá a Stephen King (Portland, Maine, 1947) dentro de 100 años todavía es una incógnita. Con el pasillo del género, sin embargo, habrá pocas dudas, ya que la inmensa mayoría de sus obras son de terror y su reinado entre los escalofríos es indudable. ¿Pero es un buen escritor? Alguien que ha vendido 350 millones de sus libros y que nunca falta a la lista anual de autores que más ingresos recaudan al término de cada ejercicio es algo más que una moda pasajera.

Con unas 75 obras (entre novelas, no ficción y colecciones de relatos), lleva 40 años sin perder su condición de Rey Midas. Estarán JK Rowling o James Patterson para arrebatarle el primer lugar de un lustro a esta parte (la fama de King les lleva 20 años de ventaja y antigüedad). Él de Maine está cómodamente asentado en el tercero, cuarto o quinto… Año tras año.

Cada palabra que escribe le reporta unos 25 dólares. Da igual que sean monosílabos o un bonito adverbio que tanto odia porque hablamos de medias y Stephen King reconoce que escribe a diario unas 2.000 palabras (o diez páginas) desde hace décadas. En un mal año de ingresos, como pudo ser 2019, el autor ganó unos 17 millones de dólares, por lo que cada jornada de trabajo le sale a cuenta por unos 50.000 dólares.

En 2018, en cambio, se embolsó casi 30 millones; fue una buena cosecha porque recibió el cheque por el tremendo éxito de la primera parte de la adaptación al cine de ‘It’, estrenada en el otoño de 2017.A día de hoy, e incluso ajustando las recaudaciones a la inflación, aquella película es el mayor éxito cinematográfico de una novela de King: 700 millones de dólares en todo el mundo. La segunda más taquillera, ‘La milla verde’ (1999), que no llegó a los 300 millones. La segunda parte de ‘It’ sumó otros 200. Ya con cifras más modestas, pero nada desdeñables, se encuentran clásicos como ‘El resplandor’, ‘Carrie’, ‘Misery’ o ‘Cuenta Conmigo’, todas ellas con más de 100 millones de taquilla y siempre según cálculos de ‘Forbes’.

En total, y según otras estimaciones, la fortuna de King supera los 500 millones de dólares y su figura forma parte ya del imaginario popular sin necesidad de dar muchas explicaciones. Todos saben quién es Stephen King, ya sea por sus libros o por alguna de las múltiples adaptaciones (a la gran y pequeña pantalla) de su obra o hasta por su activismo en contra de Donald Trump de cuatro años a esta parte. No ostenta grandes negocios al margen de la creación (en el papel y luego como productor ejecutivo de caso todo lo que se adapta)… ni falta que le hace.

La web Celebrity Net Worth da cuenta de tres propiedades inmobiliarias y la más famosa de todas, la que posee en el corazón de Maine, en la Bangor que es la inspiración de la Derry ficticia, ha decidido reconvertirla en una especie de museo-centro de interpretación de su obra. Participa en modestas obras de caridad y últimamente pasa más tiempo en Florida que en su tierra natal, en el frío rincón noroeste de Estados Unidos. Será la edad: con 72 años y después de esquivar la muerte por poco al ser atropellado en 1999 en una carretera boscosa de esas en las que no resulta descabellado imaginar a una de sus criaturas, hace tiempo que dejó de tomarse en serio las críticas.

El escritor Stephen King, con una mascarilla en pleno confinamiento
El escritor Stephen King, con una mascarilla en pleno confinamiento. / Twitter

Curiosamente (y perdone el adverbio acabado en ‘-mente’, señor King), la tendencia ha cambiado. Los suplementos literarios han pasado de despreciarlo por defecto a señalar su ascendencia cada vez mayor. No parece que vaya a ganar el Nobel, un Pulitzer o alguno de los prestigiosos premios de novela americanos antes de que muera. A él no le importa. Él sigue escribiendo y acaba de presentar nueva novela. En estas semanas de confinamiento ha multiplicado sus apariciones en redes sociales (tras abandonar Facebook en febrero) y ha intensificado las críticas contra la Administración Trump.

También ha tenido que recordar en más de una ocasión que su novela más monumental (o larga), ‘The Stand’, no es ninguna profecía. Sí, en ella hay una supergripe que mata a la inmensa mayoría de la población (al 99,4%, para ser exactos). Como él dijo el 8 de marzo (antes de que realmente se supiera la verdadera extensión de la crisis), el mundo real no afronta un Apocalipsis… aunque hay que respetar todas las medidas de seguridad.

‘Apocalipsis’, de hecho, es como se tituló en España a la edición definitiva de la obra en 1990. Antes, en 1978, había salido una primera versión que aquí se llamaría ‘La danza de la muerte’ y casi con la mitad de las páginas. Por aquel entonces, era la cuarta novela que publicaba un treintañero King y, aunque ya vendía lo suyo, un libro de más de 1.000 páginas era inconcebible. Casi 12 años después, y ya el Rey indiscutible del terror, revisó la novela (adaptó las referencias culturales de los 70 a los 80) e insertó todas las tramas recortadas: vendió otros casi cinco millones de copias. Desde entonces, hay muchos que la consideran su obra maestra e incluso ha logrado codearse en listas generalistas con ‘novelas serias’ de ‘Time’, ‘Rolling Stone’, ‘BBC’ o la ‘Modern Library’.

Con todo, el mundo Stephen King puede dar mucho miedo (y no por los fantasmas) a un novato (o a quien se equivocó de obra cuando quiso adentrarse) y nunca sobra una pequeña guía según preferencias o nivel de implicación.

Por dónde empezar: ‘El misterio de Salem’s Lot’ (1975)

Su segunda novela publicada… aunque la quinta escrita, que antes de su debut con ‘Carrie’ un año antes, había terminado otras tres que luego repescaría con el seudónimo Richard Bachman hasta mediados de los ochenta. Tiene todos los elementos que han hecho de King lo que es, un autor que crea adicción: un pequeño pueblo de Maine, niños perdedores que salvan el día, trabajadores de clase media o baja que fracasan, adultos con traumas de infancia que entienden por qué los niños están nerviosos, fundamentalismo religioso… y terror. Puesto que es una novela de vampiros con la que muchos nacidos de la Transición tuvieron pesadillas por su adaptación televisiva.

Tiene una extensión manejable (no más de 500 páginas en la edición de bolsillo) y el ritmo marca de la casa que siempre acompaña al autor: presentación psicológica de personajes y una medida escalada de la tensión. Lo que quizá pueda confundir a quien lea a King tras ver alguna de sus películas y sus sobresaltos inmediatos: los sustos van muy poco a poco en sus libros. Hay intriga y hay muertes, misterios y amenazas intermedias, porque tiene que haber gancho narrativo, pero la sangre casi siempre se derrama de verdad en los tramos finales de sus obras.

La mejor: ‘It’ (1986)

La versión al cine de 'It', estrenada en dos partes en 2017 y 2019, ha sido el mayor éxito de taquilla
La versión al cine de 'It', estrenada en dos partes en 2017 y 2019, ha sido el mayor éxito de taquilla. / EP

Hasta bien entrado el siglo XX, el propio King consideraba ‘El misterio de Salem’s Lot’ como su mejor obra, según reconocía en las entrevistas. Luego cambiaría hacia su obsesión con la saga en ocho partes de ‘La Torre oscura’ y, si tenía que decir una, mostraba su cariño especial con ‘La historia de Lisey’ (2006).

No obstante, si hubiera que resumir en una sola obra todo el universo de King, ‘It’ es el ejemplo perfecto. Todas las obsesiones de su obra se resumen aquí. Las mismas que aparecían en Salem’s Lot pero mejoradas y ampliadas: la pérdida de la infancia, el miedo a crecer, la magia -o la imaginación- como antídoto frente al horror del mundo. Es un libro de más de un millar de páginas y por eso no aparece como primera recomendación para todos los públicos (pero si se atreven con ello, empiecen por aquí). Ahora de actualidad por su adaptación al cine con todo lujo de estrellas y presupuesto, el libro ofrece más, un infinito más de posibilidades.

Guía para escritores: ‘Mientras escribo’ (2000)

Stephen King con una novela suya. / EFE
Stephen King con una novela suya, en una foto reciente de promoción. / EFE

Hay quien dice que el toque de King se perdió en los años 80. Él mismo reconoce que a mediados de la década se bebía hasta los enjuagues bucales por lo que hubiera de alcohol en ellos. También se drogaba con todo lo que pillase a mano. Hay libros (como ‘Cujo’) que no recuerda haberlos escrito de lo colocado que iba. Entre una cosa y otra, los noventa no dejarían grandes éxitos (aunque siempre vendió como nadie) y todo estuvo a punto de terminar cuando en junio de 1999 fue atropellado por una camioneta que casi lo mata.

Una vez más, recayó en las drogas para matar el dolor… y en la literatura. De aquellos meses oscuros nació este ensayo, con apariencia de manual para escritores pero que tiene más de autobiografía. Casi todos los aspectos personales de este reportaje están sacados de esa obra en la que declara su odio eterno a los adverbios e insiste en que la inspiración no existe. Que el trabajo es la única receta. Un trabajo que empieza por leer mucho y escribir mucho. No rendirse y tener la suerte de contar con alguien (él señala a su mujer Tabitha) que crea en ti.

La mejor no de terror: 22/11/63 (2011)

James Franco protagonizó una decente adaptación televisiva de esta historia de viajes en el tiempo
James Franco protagonizó una decente adaptación televisiva de esta historia de viajes en el tiempo, / EP

Tras el accidente de 1999, la primera década del nuevo milenio continuó con un King a caballo entre el perfil bajo en cuanto a repercusión de sus obras y la culminación de su saga más personal, la de la Torre Oscura. Ya hacia finales del decenio, en 2009, sorprendió con una novela que recogía mucho de lo mejor de su obra: ‘La cúpula’ (de nefasta traslación a serie). Sin embargo, también trajo a un King menos terrorífico (que luego se ha plasmado con su paso al género negro con las novelas de Bill Hodges en el último lustro.

Entre una y otras, vino esta historia de viajes en el tiempo. Un profesor se ve con la misión de salvar a Kennedy de su asesinato cuando descubre que puede retroceder en los años a los días previos al crimen. Con una base real e histórica poco común en King, y sin dejar de ser una novela fantástica (y que da más miedo que muchos de sus monstruos habituales), es de lo mejor que ha escrito en los últimos 20 años.

Los humanos son también monstruos: ‘Misery’ (1987)

Es una de las grandes verdades inmutables del género de terror. Los humanos son peores que los monstruos a poco que se lo propongan. Con la protagonista de esta novela (y que contó con una de las mejores adaptaciones al cine de King hasta hoy de la mano de Rob Reiner) resulta difícil creer que es humana. Lo es: se trata de una enfermera fanática de un escritor de novelas románticas que tiene un accidente cerca de su casa y decide cuidarlo. El problema es que el novelista se había hartado de su personaje más querido y lo había matado. Y la captora le obliga a escribir otra novela. Con tortura y como sea. El mayor miedo del famoso: caer a merced de un fan trastornado. Aunque también es una alegoría de los peligros y los miedos que engendra la gloria (literaria o de cualquier tipo).

La mejor de Bachman: ‘La larga marcha’ (1979)

'La larga marcha' es la mejor de las siete novelas escritas bajo el seudónimo de Richard Bachman
'La larga marcha' es la mejor de las siete novelas escritas bajo el seudónimo de Richard Bachman. / EP

Fueron siete las obras que King escribió con este nombre: cinco a principios de su carrera y otras dos más adelante, ya como un juego. Entre las cinco iniciales había al menos tres que plasmó antes de hacerse famoso y siempre dijo que esta era la mejor de todas. En un mundo distópico donde la pobreza es extrema, el concurso más famoso es una carrera de resistencia. Salen a correr cien adolescentes y el último en mantenerse en pie (a un ritmo mínimo, no vale andar) se hará famoso. Lo malo es que a los que van cayendo eliminados son eso: eliminados. De un tiro en la cabeza.

Las mejor versionadas (y fueron dos cortas): ‘El cuerpo’ y ‘Rita Hayworth y la redención de Shawshank’ (1982)

Tim Robbins y Morgan Freeman, en 'Cadena perpetua', una de las películas más valoradas por el público
Tim Robbins y Morgan Freeman, en 'Cadena perpetua', una de las películas más valoradas por el público, / EP

Editada en Estados Unidos como ‘Different seasons’ contiene cuatro novelas cortas, un formato poco habitual en King (que cuenta con unas 60 novelas largas y unos 200 cuentos). A razón de uno por estación, la primavera y el otoño dejan dos historias que merecen la pena por sí mismas pero que han ganado más fama por cómo se trasladaron al cine. Sin duda, las mejores versiones en la pantalla grande de la obra de King.

Tanto que, la de nombre más enrevesado, traducida en España como ‘Cadena perpetua’ (1994), es la película mejor valorada por los usuarios de IMDB (en Film Affinity ocupa el octavo puesto). ‘El cuerpo’, por su lado, pasó a ser ‘Cuenta conmigo’ (1986), dirigida por Rob Reiner también, una de esas películas de jovencitos al filo de perder la infancia y tan generadora de nostalgia y de acervo popular como la cinta carcelera con Tim Robbins y Morgan Freeman. Esta última fue dirigida por Frank Darabont (quien también rodaría ‘La niebla’, una obra casi de serie B en forma pero de alta calidad en todo lo demás, y luego sería el encargado de desarrollar ‘The walking dead’ del cómic a la televisión). Aquí, en estas estaciones de King, no hay fantasmas ni seres sobrenaturales: sí mucha humanidad en dos películas que respetan el original literario. El King más mundano.

La peor versionada: El resplandor (1977)

King no soporta la versión que realizó Kubrick de su libro 'El resplandor'
King no soporta la versión que realizó Kubrick de su libro 'El resplandor'. / EP

De las mejores a la peor versión. Que no la peor película que se ha hecho. Dado que la película de 1980 de Stanley Kubrick es un hito del cine de terror. Quizá por ser quién era el director que quiso hacer una versión de su libro, King se esperaba otra maravilla y no una traición que se inspira en su libro… y poco más. La novela es mucho más profunda que la película. También explica mejor y con más intriga el don de su protagonista y los fantasmas que pululan por el hotel Overlook. Siendo como es una gran película es una adaptación pésima al espíritu del libro. Kubrick, claro, hizo lo que le dio la gana. Que tenía todo el derecho del mundo, pero que no tienen nada que ver las dos obras.

La ‘juvenil’: Los ojos del dragón (1984)

A los diez años de su carrera, y considerado ya como el Rey del Terror, King ya había tocado otros géneros (como los distópicos tras la pluma de Bachman) o el costumbrismo americano de las cuatro estaciones. Luego vino su hija pequeña y le pidió un cuento que pudiera leerle por las noches y King ideó esta aventura fantástica, con tonos medievales y reyes legítimos que no ascienden al trono por las maniobras de un mago malo (Flagg, un personaje recurrente en la mitología de King), reyes pusilánimes que son manejados por el villano y leyendas en torno a dragones extinguidos… No, ‘Juego de Tronos’ (cuyo libro salió en 1996) no inventó demasiado. Y sí, esta novela de King es un cuento casi infantil y una nueva revisión a la pérdida de la inocencia ante la maldad del mundo.

La maldita y prohibida: ‘Rabia’ (1977)

King la sitúa como la primera novela que terminó casi siendo un adolescente y la fecha que aparece es la de publicación, como la cuarta de su producción y la primera que salió con el seudónimo de Richard Bachman. Pero no la busquen… porque está retirada del mercado desde el año 1997. Pese a que nunca le tuvo mucho aprecio, la vergüenza de su autor no es literaria, sino social. Su trama: un adolescente al que expulsan del instituto después de agredir a un profesor vuelve armado y mata a dos docentes antes de mantener secuestrados a sus compañeros de clase.

Recuerden que la novela se escribió a principios de los 70. Por entonces, las escenas de tiroteos en escuelas americanas no eran una noticia ya tristemente común. Eso empezó a cambiar en los ochenta y entre 1988 y 1996 hasta cuatro casos se relacionaron de algún modo con ‘Rabia’ (los autores la mencionaron como inspiración, la tenían en su mesilla de noche…). Finalmente, en diciembre de 1997 se produjo un nuevo incidente con tres fallecidos en Kentucky y en la taquilla del asesino se encontró un ejemplar de la obra. Tras ello, King ordenó prohibir la impresión y venta de la obra (si bien siguió disponible unos años más por una edición con las cinco obras de Bachman que se había lanzado recientemente y en algunos países en el extranjero).

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