Cosmética ecológica, la nueva industria que ya mueve 8.000 millones al año

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La conciencia ecológica cada vez se hace patente de más formas en el mundo. Si primero fue a través de la comida, con tendencias como el vegeterianismo o el veganismo, ahora esta ideología ha saltado al mercado de la moda, con firmas que hacen de la sostenibilidad su bandera. Y ahí no queda la cosa, porque el sector de la cosmética también tiene mucho que decir al respecto.

Según publicó la revista 'Time', en Estados Unidos ya hay cuatro millones de veganos, mientras que en Israel el 2% de la población se alimenta de esta forma -no comen nada que sea de origen animal-. En España, según la consultora Lantern, casi el 8% de los ciudadanos mayores de 18 años practican el veganismo, de los que dos tercios son mujeres, las cuales quieren llevar esta filosofía de vida a otros terrenos más allá de la comida. De ahí que el sector de la cosmética y la belleza haya adoptado esta tendencia con los brazos abiertos, pues puede ser una nueva vía de ingentes ingresos.

Por Verónica Lechuga

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Cremas corporales y faciales, tónicos, productos de maquillaje y desmaquillantes, aceites... Desde hace unos años el concepto 'veggie' viene impregnando este tipo de artículos de belleza con fórmulas que excluyen los ingredientes de origen animal e incluso químicos. Igualmente, los test y pruebas en animales están desapareciendo de la cadena de belleza para crear una industria con una nueva conciencia que se dirige a un consumidor más comprometido con los problemas medioambientales.

Así, este mercado ya mueve al año más de 10.000 millones de dólares en todo el mundo (8.400 millones de euros) y se espera que duplique esa cifra en 2020, según un informe de Grand View Research. Y, al igual que en la moda, en España numerosas empresas están destacando por sus productos innovadores que ya enamoran al mercado.

Una marca puesta en marcha por tres jóvenes ingenieros químicos que decidieron emprender y se inspiraron en la madre de uno de ellos, que elaboraba en su casa cosméticos naturales. Así nació Freshly Cosmetics, una firma apta para veganos porque ni emplean productos de origen animal ni los testan en ellos. Empezaron con la venta online y ya han pisado terreno físico con una pop-up las pasadas navidades en Barcelona. El pasado año facturaron 1,5 millones de euros, un 400% más que en 2016.

Otra marca que realiza toda su producción en España que inició su andadura con el objetivo de mejorar la salud de la piel de sus clientes gracias a productos naturales que cumpliesen los máximos estándares de calidad. El ingrediente estrella de Lanuba es el aceite de semilla de fresa, que es rico en vitaminas, en grasas insaturadas y antioxidantes. Así, han lanzado al mercado una gama de productos que cuentan con el certificado BDIH, que garantiza que se trata de cosmética bio y que va desde cremas hidratantes, exfoliantes naturales, serums o tratamientos antienvejecimiento. Por el momento realiza toda su venta a través de su página web.

Un nombre francés para una firma 100% española. La Beauté de l'Amé (La Belleza del Alma) es obra de Cecilia Morales, una onubense licenciada en dirección y administración de empresas y puso en marcha este proyecto en 2016 tras trabajar en otros relacionados con el mundo de la estética y la belleza. Esta marca promueve la belleza respetuosa con el medio ambiente y la naturaleza y se define como vegana. Está certificada ecológicamente, ya que prescinde de parabenos, conservantes , aceites minerales y cualquier derivado petroquímico. Además, sus envases son también sostenibles y los productos están disponibles tanto online como en algunos salones de belleza en Madrid y Sevilla. 

Desde Aragón, esta marca, fundada por una madre emprendedora, ha conquistado al mercado con sus productos de origen vegetal y ecológico formulados con ingredientes de proximidad, pues el 90% se producen a menos de 300 kilómetros de su sede en Teruel. Tiene una fuerte conciencia social y apoya la agricultura y ganadería tradicionales de su territorio y los valores arraigados a la tierra. Además, da prioridad al empleo femenino y a la conciliación de la vida familiar y profesional. Está certificada como ecológica y sus enveses están realizados con un 30% de vidrio reciclado.