El diseñador colombiano Gustavo Arango vuelve por sus fueros a Nueva York

  • Después de cinco años en los que perdió los derechos legales sobre su propio nombre, el colombiano Gustavo Arango vuelve a la Semana de la Moda de Nueva York dispuesto a vestir "a una mujer moderna, práctica y versátil", como algunas de sus clientas, que van desde Anne Hathaway a Roselyn Sánchez.

Nueva York, 9 sep.- Después de cinco años en los que perdió los derechos legales sobre su propio nombre, el colombiano Gustavo Arango vuelve a la Semana de la Moda de Nueva York dispuesto a vestir "a una mujer moderna, práctica y versátil", como algunas de sus clientas, que van desde Anne Hathaway a Roselyn Sánchez.

"Me sentía un poco desnudo, ahora me siento que estoy completo", dice a Efe Gustavo Arango, otro diseñador, como el español Josep Font, que acabó perdiendo los derechos sobre la firma que llevaba su nombre.

Este entramado legal, del que no quiere dar detalles por cuestiones de confidencialidad, no ha sido impedimento para que este modisto nacido en la ciudad colombiana de Cali y con su taller instalado en Puerto Rico no haya llevado una carrera ascendente y la revista Women's Wear Daily le haya dedicado su portada a uno de sus diseños para esta colección primavera-verano.

Arango, que fue asistente de Pierre Balmain en su juventud, dialoga con una mujer de una única salida diaria y que en el mismo día trabaja, cumple con sus compromisos personales y se va de cóctel. "La mujer puede lo mismo vestirse de Gustavo Arango por la mañana y, con solo cambiarse una blusa, está lista para la noche", resume.

Esta filosofía del "mix and match" (mezcla y combina) es la que resume su colección, aunque la inspiración también se retrotrae a las pinturas del maestro holandés Theo van Doesburg y crea bordados dramáticos con textiles traslúcidos, además de emplear el estampado floral digital. Todo entra en el imaginario de Arango.

La mujer que propone amanece "con chaquetas bien lineales, bien geométricas, bien ópticas" que son compatibles con diferentes alternativas", desde el "total look" a la ruptura con un pantalón de esmoquin.

Al llegar la noche, "son piezas realmente trabajadas a mano, donde la transparencia es el primer denominador".

Materiales de seda, brocados, chantilly para un auténtico traje de gala... "Son materiales muy ricos, que al tocarlos transmiten sensación de mucho lujo", asegura el modisto colombiano.

En los colores, predomina el negro, aunque se abre también al azul o al verde turquesa. Y el hilo que conduce a todas las prendas y colores es la suavidad, que para Arango es "supremamente importante" para desembocar en una "elegancia con un 'sex appeal' bien disimulado", dice.

La intención es que su clienta se vea "más ligera y más joven", algo que siempre quieren sus seguidoras, desde Oprah Winphrey o a Adamari López. "Trato con una variedad muy grande de mujeres, de Nueva York y de Latinoamérica. Pero al final, todas quieren lo mismo: estar guapas, modernas y esbeltas", bromea.

Mostrar comentarios