¿Qué pasa con la ropa que sobra tras las rebajas? Así la reutiliza cada marca

  • Las rebajas ya han llegado y los comercios esperan vender todo lo que les ha quedado de la pasada primavera, aunque si no pueden, tienen alternativas.
Rebajas
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EFE

Las rebajas ya están casi a pleno rendimiento. Solo falta que el grupo Inditex y El Corte Inglés incorporen sus centros esta semana -el 29 de junio- para que haya descuentos en las principales tiendas y marcas, que han hecho de la necesidad virtud y han tenido que adelantar la campaña de verano ante la nefasta primavera, en la que las ventas se visto lastradas un 6,2% solo en mayo.

Así, desde hace algo más de una semana la mayoría de firmas tiene puestos los descuentos en su colección de primavera/verano, que lleva en las tiendas desde marzo pero que apenas se ha tocado por el intenso frío de los últimos meses. Por ello, ahora toca redoblar esfuerzos para quitarse de encima ese stock, aunque no siempre ocurre y quedan prendas sin vender cuando llega septiembre.

¿Qué ocurre con toda esa ropa rebajada que sobra? ¿Qué hacen con ella los comercios? ¿La tiran? ¿La reciclan? ¿La donan? En esta tesitura, cada compañía opta por una estrategia diferente, si bien casi todas coinciden en algo: intentar venderlo todo hasta el final. Para lo que han ideado diferentes fórmulas.

Del outlet a familiares y amigos

En principio, las firmas de moda pretenden vender todo su stock durante los periodos de rebajas. El objetivo es que, una vez terminen, no quede nada en los estantes, o lo menos posible. Por ello, los periodos de rebajas tienen varias etapas. La primera es la más grande y masiva, en la que se pone todo lo que hay disponible rebajado, normalmente hasta un máximo de un 50%.

Pero una vez pasan las semanas, las tiendas no tardan en lanzar lo que se conoce como 'segundas rebajas'. Es decir, la ropa de la pasada temporada que sigue sin venderse a un precio todavía más bajo. En este caso es cuando los descuentos empiezan a subir y podemos ver rebajas de hasta el 70%. Con esta segunda oportunidad, las marcas prefieren obtener menos dinero pero asegurarse de no acabar con excedentes.

Pero si esto no funciona, a pocos días de que concluyan los periodos de rebajas es habitual ver unas 'terceras', en la se tiran por tierra los precios para apurar los últimos momentos. Esto es lo que hace, por ejemplo, El Corte Inglés. Como fuentes de la compañía han señalado a este medio, "se intenta acabar con las existencias ofreciendo diferentes tipos de rebajas durante toda la campaña". Es decir, por medio de diferentes promociones, los centros del gigante de la distribución buscan agotar todo el stock de rebajas.

Por su parte, el grupo Inditex sigue otra estrategia. Además de también ofrecer segundas o terceras rebajas, logra deshacerse de todo a través de su potente red de logística. Desde el grupo gallego indican que la ropa se va moviendo entre tiendas para que así se pueda vender todo. Es decir, si hay una tienda que todavía tiene mucho material de rebajas y otra que ya lo ha agotado, se transfiere una parte para que así se pueda vender más fácilmente. Las firmas del grupo (Zara, Bershka, Stradivarius, Pull&Bear o Uterqüe) son de las que menos excedentes tienen del sector porque sus tiradas no son muy amplias con ese propósito. Pero alguna vez sobra ropa y, según fuentes del sector, se suele repartir entre familiares de los empleados del grupo.

Por su parte, Mango, otra de las principales cadenas españolas, lo tiene más fácil. Lo que no venden en rebajas en las tiendas oficiales pasa a los outlets que el grupo tiene por toda España, que están destinados precisamente a eso, a vender la ropa de las colecciones anteriores que ha quedado en las perchas a un precio todavía más bajo. De hecho, en algunas tiendas convive la enseña principal con el outlet -como en la de la madrileña Calle Fuencarral-, por lo que el traslado de la ropa es bastante sencillo. Precisamente, los outlet de la firma catalana son de los que mejor reputación tienen entre los consumidores españoles por la variedad y calidad de las prendas que destinan allí.

El gran impacto de la moda en el medio ambiente

Otra técnica que muchas firmas están llevando a cabo es reciclar las prendas que les sobran y confeccionar otras nuevas a partir de ellas. Es algo que la firma Desigual está haciendo actualmente recuperando una práctica que llevó a cabo el fundador de la enseña en 1984. Thomas Meyer empezó a utilizar el stock de vaqueros sobrante para confeccionar cazadoras denim a partir de estos retales, pero como no se vendían mucho, les puso un dibujo de Mickey Mouse en la espalda para llamar la atención del público.

El mítico ratón de la factoría Disney nunca falla y la colección se convirtió en un éxito. Tanto que Desigual ha decidido repetirla este año y cada semana saca a la venta 20 unidades de estas chaquetas recicladas, que ya son virales en Instagram. Esta técnica de reutilización también la siguen otras marcas con el objetivo de reducir el enorme impacto que el sector textil tiene en el mundo.

La sobreproducción actual está teniendo muchas repercusiones en el medio ambiente y en las sociedades más desfavorecidas, que son utilizadas como mano de obra barata para mantener el elevado ritmo productor. De hecho, el textil es el segundo sector más contaminante del planeta, por detrás del petrolero, debido a la explotación que se hace del medio ambiente para confeccionar prendas. Se calcula que cada año se producen 80.000 millones de prendas de ropa en el mundo y solo para unos vaqueros se necesitan 7.000 litros de agua.

Además, según un estudio de la Fundación Ellen McArthur, se consumen más de 98 toneladas de petróleo al año en la confección de ropa, algo que de continuar a este ritmo haría que en 2050 fuera el responsable del 26% de las emisiones de CO2 mundiales. Por ello, el movimiento 'slow' ha llegado al mundo de la moda en oposición al 'fast fashion', la moda rápida que impone un ritmo de consumo que tiene graves consecuencias.

Y entre las medidas estrella para frenar esta tendencia tan devastadora está la creación de nuevas prendas a partir de restos, si bien solo el 1% de los tejidos es reutilizado para hacer prendas nuevas. Por ello, cada vez más firmas y diseñadores se unen a la llamada 'moda sostenible' con el objetivo de crear un nuevo sistema más acorde con lo que demanda un público más comprometido y para ser más respetuoso con el entorno.

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