En 2015 un jovencísimo Simon Porte Jacquemus ganaba el LVMH Prize, el premio más importante de la moda que la casa francesa de lujo otorga cada año a un joven diseñador para ayudarlo a lanzar su carrera, tanto de forma económica -está dotado con 300.000 euros- como de asesoramiento y tutoría. Dos años después, el diseñador nacido en el sur de Francia en 1990 ya ha logrado seducir con sus prendas a celebrities internacionales como Selena Gómez, Kedall Jenner o la superpoderosa Rihanna.
Porque con su firma, creada en 2009 al poco de morir su madre -que sigue siendo su musa y fuente de inspiración- está revolucionando el sector de la moda sin tirar de extravagancia ni de siluetas nunca vistas. Jacquemus sabe coger lo mejor de lo de siempre para traerlo al contexto actual con un toque renovado.
Con un aire clásico pero en línea con las últimas tendencias, Jacquemus se ha hecho un hueco en el armario de muchas amantes de la moda, pero sin estridencias, pues sus referencias beben de su tierra. Aires románticos, delicados, sencillos y elegantes, pero con un toque moderno y desenfadado. En Jacquemus todo es armonioso y fresco, sin ninguna extravagancia.
Y precisamente en esa normalidad está su clave. Porque Simon Porte se define a sí mismo como alguien sencillo, amantes de las pequeñas cosas y sin perder de vista sus orígenes. Si en España Palomo Spain -que también ha sido finalista del prestigioso galardón que entrega la casa francesa- está rompiendo los esquemas por vestir a los hombres con las prendas tradicionales asociadas a la mujer, Porte hace más de lo mismo, pero con una perspectiva diferente.
Y para ello se vale de las redes sociales y de las posibilidades del entorno tecnológico. Solo basta echar un vistazo por su cuenta de Instagram para ver cómo sabe vender su marca haciendo gala de un gran sentido del humor y con fotografías trabajadas y artísticas. Dignas de convertirse en virales.
Además, otra de las ventajas de su ropa es que, aunque se considera alta costura, no tiene precios tan desorbitados. Sus prendas pueden encontrarse en boutiques online como Net-a-Porter, Opening Ceremony o My Theresa, por precios que van desde los 350 euros de una camisa blanca a los 1.015 euros de un abrigo.
Así pues, el joven galo está logrando hacerse un hueco en el firmamento de la moda sin desentonar, creando clásicos que perduran, básicos de fondo de armario pero con un aire juvenil. Sin duda, Simon Porte es una promesa que se está haciendo realidad.
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