Mona Hatoum: "Con mi arte quiero suscitar preguntas, no ofrecer respuestas"

Barcelona, 20 sep.- La anglopalestina Mona Hatoum, una de las artistas más destacadas del panorama internacional, ha dicho hoy en Barcelona, donde ha recibido el III Premio Internacional Joan Miró, que con su arte "quiere suscitar preguntas, no ofrecer respuestas" y que sea el espectador quien haga las interpretaciones.

Un jurado formado por la directora de la Fundación Miró, Rosa Maria Malet; el director del centro Georges Pompidou, Alfred Pacquement; el exdirector de la Tate Modern, Vicente Todolí, y el director del Louisiana Museum of Modern Art, Poul Erik Tojner, acordó a principios de este año concederle por unanimidad el premio, dotado con 70.000 euros, por su "habilidad" en haber conectado experiencia personal y valores universales.

Por motivos de salud no pudo viajar hasta la capital catalana en el mes de abril y ha sido hoy cuando ha recogido esta distinción, una de las mejor dotadas del mundo y que donará para ayudar a jóvenes artistas a estudiar en escuelas de arte británico.

Preguntada por el motivo de esta acción, Hatoum, nacida en Beirut en el año 1952, de familia palestina, ha rememorado que estando de visita en Londres en el año 1975 estalló la guerra en Líbano y tuvo que quedarse en la capital británica.

Su sueño era estudiar arte, pero no tenía medios para hacerlo, y con trabajos de tarde y fines de semana consiguió cursar el primer año de la Byam Shaw School of Art y, posteriormente, el centro, viendo sus dificultades económicas le proporcionó los recursos para acabar sus estudios.

Mona Hatoum quiere ahora revertir aquella situación y contribuir con los 70.000 euros del premio a que haya otros jóvenes que puedan seguir sus estudios de arte en las escuelas del país en el que reside desde hace más de treinta años.

Ampliamente conocida a partir de los años ochenta por una serie de "performances" y vídeos muy centrados en el cuerpo -en 1994 presentó una videoinstalación que es un viaje endoscópico por el interior de su propio cuerpo-, la artista ha aseverado que cuando trabaja siempre lo hace sin "estrategias preestablecidas, basándose en la intuición".

Usando materiales que la atraen u objetos que encuentra en los mercados de las ciudades que visita, reconoce que en ocasiones el resultado final "puede revelar cierta ansiedad y malestar con el entorno".

También manifiesta la "disfuncionalidad" de los objetos al aventurar sobre ellos. "No debemos dar nada por sentado", apostilla.

El sentido del humor tampoco lo olvida, porque "sirve para deshinchar la gravedad de los asuntos más serios".

A pesar de que sabe que en todas sus comparecencias se le preguntará por la situación de Palestina o del Líbano, la artista no quiere entrar en cuestiones políticas y asevera que en su obra "procura no tratar estos temas, sumamente complejos".

"Mi arte -ha proseguido- quiere ir más allá de todo ello, quiere ser más abierto y todas las interpretaciones que de él se hagan tienen que ver con las mentes de quien lo ve".

Respecto a su relación con Joan Miró, ha indicado que cuando empezó estaba bastante influenciada por el surrealismo, "que algo tiene que ver con Miró", ha dicho, y ha mantenido que, igual que él, ella apuesta por reinventarse continuamente.

Asimismo, entiende que ambos comparten "ese mirar con interés a la condición humana y a que el arte se abra a la experiencia ajena".

Objeto de múltiples exposiciones en Europa, EEUU, Canadá o Australia, la obra de Mona Hatoum ha recibido varios premios en diferentes países como Dinamarca, Suiza o Alemania.

Entre junio y septiembre de 2012 expondrá sus trabajos en la Fundación Miró, igual como lo hicieran sus predecesores en el premio Olafur Eliasson (2007) y Pipilotti Rist (2009).