Gijón, 12 jul.- El pintor chileno Alejandro "Mono" González, creador de la Brigada Ramona Parra que hizo los murales políticos callejeros en la campañadel Frente Popular que encumbró al Gobierno a Salvador Allende en 1973, ha reivindicado hoy "la ley de la calle" para regular los espacios ocupados por el arte urbano.
La "ley de la calle" permite que un grafitero pinte encima de la obra de otro siempre que haga algo de mayor calidad que lo que estaba pintado antes, ha explicado hoy el artista que participa como invitado en el festival literario y multicultural Semana Negra de Gijón.
Considerado como un pionero del arte gráfico callejero puesto que comenzó pintando muros a finales de la década de los sesenta, "Mono" González está pintando un mural en una de las entradas al recinto del festival ayudado por un grupo de jóvenes grafiteros, a los que les está dando un curso.
El artista, que además trabaja como escenógrafo para cine y teatro, ha defendido la necesidad de ocupar espacios públicos por los artistas callejeros y ha demandado que igual que se permite el teatro en la calle debe permitirse las pinturas murales.
El dibujante y miembro del comité organizador de la Semana Negra Ángel de la Calle ha recordado hoy que la dictadura de Pinochet tapó con varias capas de pintura los murales, "verdaderas obras de arte" hechas por "Mono" González y otros artistas de la Brigada Ramona Parra.
"Vaya como advertencia, por si a alguien de la autoridad municipal o cualquiera se le ocurre borrar el mural de Mono en la Semana Negra, que sepa que estará haciendo lo mismo que hizo el dictador Pinochet", ha dicho De la calle.
Sin embargo, el autor está dispuesto a que otro artista pinte encima de su obra siempre que lo mejore, pero si eso no ocurre tiene derecho a volver a pintar la obra original.
"Esta es la ley de la calle y debe respetarse para que las cosas funcionen", ha dicho el chileno.
El trabajo que realiza en una de las paredes exteriores del recinto del festival en un antiguo astillero junto al mar Cantábrico quedará finalizado el sábado próximo, un día antes de la clausura.
"Cuando a las cinco de la tarde del sábado se abran las puertas para que entre la gente y vea el mural esa será la prueba de fuego porque podremos saber qué impacto causa", ha afirmado "Mono" González.
El grafismo callejero está concebido para un público de paso, que lo observa en movimiento y que no tiene la misma actitud que cuando va a un museo a ver alguna obra de arte.
"Es el arte que va al encuentro de la gente y esto es un hecho verdaderamente revolucionario", ha dicho.EFE
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