Mora, Ferrera y Talavante salen a hombros en Mérida

  • Los matadores extremeños Juan Mora, Antonio Ferrera y Alejandro Talavante salieron hoy a hombros de la plaza de toros de Mérida, en la corrida organizada con motivo del centenario del coso y de la feria y fiestas de septiembre.

Fernando Masedo

Mérida, 6 sep.- Los matadores extremeños Juan Mora, Antonio Ferrera y Alejandro Talavante salieron hoy a hombros de la plaza de toros de Mérida, en la corrida organizada con motivo del centenario del coso y de la feria y fiestas de septiembre.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de El Tajo y La Reina, propiedad de José Miguel Arroyo "Joselito", astifinos, con cuajo y encastados.

Juan Mora, silencio y dos orejas.

Antonio Ferrera, ovación y dos orejas.

Alejandro Talavante, ovación y dos orejas.

La plaza tuvo media entrada.

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LA BRILLANTEZ SE HIZO ESPERAR A LOS SEGUNDOS TOROS

Juan Mora abrió plaza con un toro bien armado y excesivamente castigo en el caballo, lo que propició que llegara un tanto mermado a la muleta de un veterano matador que, a base de sitio y tiempos, consiguió meterlo en el canasto en una faena despaciosa, malograda con los aceros.

El segundo de su lote, de pelo jabonero, apretó en el caballo y salió de la suerte pastueño y muy quedado para la franela, dificultad que entendió Mora para sacarle algunos muletazos sueltos, sabrosos y de buen ver, que arrancaron fuertes palmas en una de las faenas más lucidas de la tarde, premiada con dos orejas.

Antonio Ferrera apechó con un toro que se arrancaba con alegría en el capote, donde lo toreó con gusto. Animado por la reacción del público, clavó con espectacularidad las banderillas para lograr, a continuación, una faena de clamor ante un astado que acabó buscando las tablas.

Con el quinto de la tarde, que derribó en el caballo tras tomar una vara fuerte, cambió el tercio para buscar el lucimiento en banderillas, algo que consiguió al dejar cuatro pares en todo lo alto. Remató sus deseos de triunfo con una faena que buscaba con descaro igualar a su compañero anterior en trofeos.

Con el primero de su lote, Alejandro Talavante se dejó ver en una faena medida, pero no sobrada de sabor ante la falta de fuerza del astado, que se quedaba corto en la embestida. No obstante, el torero gustó, pero pinchó con la espada.

Talavante recibió por verónicas al que cerró plaza, al que dejó crudo en el caballo. Tras brindar al público, llevó a cabo una faena limpia y fundamentada en la mano izquierda a un toro que embestía al paso, quedándose a mitad del pase y echando la cara arriba. Mató pronto y con eficacia y logró también el doble apéndice. EFE

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