La 'Movida' de Ágatha Ruiz de la Prada: monta una fiesta en la pasarela de Madrid

  • La diseñadora ha vuelto a convertir el recinto de IFEMA en un acontecimiento lleno de prendas imposibles y tintes de los 80.
Ágatha Ruiz de la Prada
Ágatha Ruiz de la Prada
EFE

Ágatha Ruiz de la Prada ha vuelto a hacerlo. Si alguno pensaba que se le habían acabado las ideas, estaba muy equivocado. Porque la diseñadora madrileña ha demostrado que su creatividad sigue igual de disparada que siempre y ha presentado la colección más festiva, literalmente, que podremos ver en esta edición de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, que se celebra hasta el próximo día 29 de enero.

Ágatha ha montado una auténtica fiesta de los años 80 encima de la pasarela. Con música de la 'Movida' -se han podido escuchar temas de Los Inhumanos o de Radio Futura-, las modelos han bailado al son de los acordes enfundadas en diseños con reminiscencias de esa época, que se han podido ver en las siluetas de pantalones acampanados, suéteres y vestidos mini. Todo con su sello propio, en el que predominan motivos como los corazones, las nubes o las estrellas.

Ágatha Ruiz de la Prada
Motivos de estrellas, nubes y corazones han inundado la colección / EFE
Agatha
Desfile de Ágatha Ruiz de la Prada en la MBFWM / EFE

Pero a medida que iban desfilando las modelos la colección para el próximo otoño/invierno ha devenido en un conjunto de diseños 'imposibles', con vestidos estilo globo que prescinden de las mangas para ocultar los brazos, trajes con ruedines incorporados e incluso auténticas flores y caramelos para llevar puestos.

Ágatha Ruiz de la Prada
Ágatha ha incorporado ruedas a algunos de sus diseños / EFE

El brillo y las lentejuelas han predominado en la mayoría de diseños, lo que hace referencia a esa narrativa festiva que ha querido imprimir en esta colección. Eso sí, prescindiendo de los tacones. Esta vez todas las modelos lucían unas botas de cordones con una altísima plataforma con los colores del arcoiris que han hecho tropezar a más de una. 

Tanta festividad rezumaba su propuesta que el diseño encargado de cerrar el desfile ha sido una tarta. Un traje con las formas exactas de un pastel ha puesto, y nunca mejor dicho, la guinda de una colección que rompe con las tendencias establecidas y deja entrever el momento personal en el que vive Ágatha: una fiesta sin fin en la que ella es la anfitriona. Porque algunos de los diseños llevaban su nombre impreso, lo que también sirve una reivindicación y una declaración de intenciones, Ágatha solo hay una.

Ágatha Ruiz de la Prada
Una tarta ha sido la encargada de cerrar el desfile / EFE

Por ello, no ha dudado en dejarse de convencionalismos y salir a saludar al público bailando. Junto al resto de las modelos y con un vestido mini en color rosa, se ha movido por la pasarela disfrutando del momento y olvidándose de que le observaban cientos de ojos. Incluso ha invitado a algunos de los asistentes a bailar con ella. No ha querido quedarse a escuchar los aplausos. La mejor muestra de halago para ella es ver cómo ha disfrutado el público, que no paraba de tararear las canciones que iban sonando.

Como último apunte, cabe destacar la presencia de su hija Cósima sobre la pasarela. La diseñadora ha querido salir a la palestra junto a ella, con la que trabaja codo con codo, para darle su lugar. Porque la joven cada vez tiene más peso dentro de la marca tras años bregándose al lado de su madre. Por ello, Ágatha ha querido darle su lugar y anunciar al mundo que la firma tiene la sucesión bien asegurada: Cósima ya está preparada para tomar las riendas. Aunque para eso, todavía queda mucho. Hay Ágatha para rato.

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