Muere a los 76 años

Aute, la leyenda de la larga figura

  • Poeta, músico, pintor, dibujante, cineasta... Con él desaparece un pieza clave de los cantautores españoles.
Fotografía de archivo del 21 de julio de 2001 del cantautor madrileño Luis Eduardo Aute durante su actuación en Santiago de Compostela.
Fotografía de archivo del 21 de julio de 2001 del cantautor madrileño Luis Eduardo Aute durante su actuación en Santiago de Compostela.

"Siento que te estoy perdiendo, siento que te estoy perdiendo... Perdiéndote". La edad no perdona. Ni la edad ni los achaques ni la enfermedad. Luis Eduardo Aute ahora ya lo sabe. Con el fallecimiento de Aute este sábado se va una pieza clave de la música en España y uno de los miembros destacados del ramillete de cantautores que usaban la poesía y las guitarras para combatir con sus voces injusticias y soñar con mundos mejores y sociedades más libres.

Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina, Miguel Ríos, Ana Belén, Víctor Manuel, Paco Ibáñez... todos, junto a Aute y algunos más, son leyendas de la canción. Todos ellos, de corte ideológico dentro de la izquierda política. También los cubanos Pablo Milanés y Silvio Rodríguez, que se movían por España como Pedro por su casa.

Aute cobró relevancia con un tema que asestó un mazazo a las últimas bocanadas del franquismo. El cantautor filipino -nació en Manila hace 76 años en el marco de una familia de padre español proveniente de Cataluña- compuso 'Al alba', un tema que, popularizado por Rosa León se convirtió en protesta cerrada contra los últimos fusilamientos ordenados por Francisco Franco el 27 de septiembre de 1975, apenas dos meses antes de fallecer en la Residencia Sanitaria La Paz. "Presiento que tras la noche, vendrá la noche más larga. Quiero que no me abandones, amor mío al alba".

Por aquellos finales de los 70 principios de los 80, Aute era un chico desgarbado, alto, con melena, barba... El encantador de serpientes de la larga figura que atrapaba al público con una voz grave, profunda, en míticos conciertos como los del Teatro Cine Salamanca.

Creo que Aute nunca cantó demasiado bien. Pero escribía letras y músicas insuperables. De lo cotidiano, de lo común, de la locura... "Fue en ese cine, te acuerdas, en una mañana 'Al este del Edén'..." (Las cuatro y diez); "Las horas de piedra parecen cansarse y el tiempo se peina con gesto de amante" (De alguna manera); "Que todo en la vida es cine y los sueños cine son" (Cine, cine); "La hora fue, sin duda, lo que me hizo subir al ver aún encendida la luz en la ventana de David" (Pasaba por aquí); "Voy buscando un amor que quiera comprender la alegría y el dolor la ira y el placer" (Rosas en el mar); "Una de dos, o me llevo a esa mujer o entre los tres nos organizamos, si puede ser" (Una de dos)... Esta última, hoy, con su letra original, sería imposible volver a cantarla.

Aute -que sufrió un infarto cerebral grave en agosto de 2016- también pintaba cuadros (una de sus más grandes aficiones), dibujaba, esculpía, filmaba cine... Con "Un perro llamado Dolor", fue nominado a los Goya en 2002 y seleccionado para participar en los festivales de San Sebastián, Valladolid o La Habana. Artista por todas las aristas.

Muchas canciones de Aute servirían para acompañarle en su despedida. Por ejemplo, ahí está Aleluya nº 1: "Unos pasos sin destino por cuarenta mil caminos, un acorde disonante, nueve infiernos sin el Dante, unas flores en mi tumba, siempre nunca, nunca, nunca, Aleluya".

Aunque, muy probablemente, gran parte de lo que un día fue Aute se encuentre disfrutando plenamente en un lugar paradisíaco, imaginario e irreal que creó un niño pronunciando una sola palabra: Albanta. "Yo sé que allí, allí donde tú dices, vuelan las alas del agua como palomas de escarcha y el mar no es azul sino vuelo de tu imaginación, en Albanta. Que aquí, tú ya lo ves, es Albanta al revés...".

Mostrar comentarios