Múnich rinde homenaje a Heesters, estrella de la opereta muerto con 108 años

  • Más de un millar de curiosos y centenares de invitados rindieron hoy homenaje al actor y cantante Johannes Heesters, estrella de la opereta alemana muerto la pasada Nochebuena a los 108 años y enterrado este viernes en la capital bávara.

Berlín, 30 dic.- Más de un millar de curiosos y centenares de invitados rindieron hoy homenaje al actor y cantante Johannes Heesters, estrella de la opereta alemana muerto la pasada Nochebuena a los 108 años y enterrado este viernes en la capital bávara.

Una gran foto de las manos del artista fallecido, junto a un féretro blanco cubierto de flores, presidió la ceremonia en recuerdo a Heersters, quien se mantuvo en activo hasta apenas unos meses antes de su muerte.

Nacido en Holanda, en 1903, y establecido en Alemania desde finales de los años 20, Heesters murió la pasada Nochebuena unos días después de cumplir los 108 años y tras ser ingresado en un hospital bávaro por haber sufrido un desvanecimiento.

El entierro fue presidido por su viuda, la actriz alemana Simone Rethel, 45 años más joven que el artista, con quien se casó en 1992.

Heesters fue una figura controvertida en su país de origen, Holanda, donde se recordaban sus presuntos vínculos pasados con el nazismo.

En Alemania, en cambio, se le admiró por su incombustible vitalidad y cada uno de sus cumpleaños, desde que pasó el umbral del centenario, se convertía en una fiesta-espectáculo en que Heesters aparecía cantando y bailando, como un desafío al paso del tiempo.

La excepción a estas fiesta fue el último, que celebró en la intimidad, el pasado 5 de diciembre, pese a que en Múnich se le tenía preparado un nuevo homenaje.

Nacido el 5 de diciembre en 1903 en la ciudad holandesa de Amersfoort, debutó sobre un escenario a los 17 años en Amsterdam. Se hizo un nombre y cobró relevancia en la Alemania nazi, como intérprete de opereta y galán.

Tras la Capitulación del Tercer Reich mantuvo su áurea de artista de musicales ligeros, alternados con papeles en televisión y teatro serio. interpretando a Bertolt Brecht o a Anton Chejov.

Un desliz, en 2005, calificando a Hitler de "gran tipo" en un programa de la televisión alemana de máxima audiencia, más un juicio ese mismo año contra un historiador, que aseguraba actuó para los soldados nazis en el campo de concentración de Dachau, reavivaron en la última etapa de su vida su mala relación con Holanda.

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