Boris Izaguirre le da "glamour" al tránsito entre la gloria y el infierno

  • Boris Izaquirre siembra "glamour" por donde pasa, aunque se trate incluso de hablar sobre el contenido de su nueva novela, "Dos monstruos juntos", donde se habla del éxito y del derroche pero también de la caída, del paso de la gloria al infierno.

Segovia, 24 sep.- Boris Izaquirre siembra "glamour" por donde pasa, aunque se trate incluso de hablar sobre el contenido de su nueva novela, "Dos monstruos juntos", donde se habla del éxito y del derroche pero también de la caída, del paso de la gloria al infierno.

El escritor y presentador de televisión llegó hoy al Hay Festival de Segovia tocado con un sombrero muy similar al que se había calado sobre su pelo teñido de azul su amiga Lucía Bosé, en un grupo donde también se encontraba el cantante de La Unión, Rafa Sánchez.

Acompañado del periodista Juan Cruz, Izaguirre ha explicado ante el auditorio reunido en la antigua iglesia románica de San Juan de los Caballeros que su nueva novela se desarrolla en torno a una pareja, Patricia y Alfredo, y su relación con el dinero en un Londres en el que los millonarios se ven afectados por la crisis actual.

En el fondo, como ha explicado en declaraciones a Efe momentos antes de su intervención en el festival, "Dos monstruos juntos" quiere ser una mirada desde el humor corrosivo de un cuadro contemporáneo, que también podría ser "El jardín de las delicias" de El Bosco, ha añadido.

En torno a esta pareja de protagonistas que ha denominado como "Infalibles bellos", Izaguirre ha basado su obra en tres momentos muy singulares: la crisis financiera de 2007 y 2008, la corrupción en España y el terremoto de Haiti.

El hecho de que el personaje de Alfredo sea una de las nuevas estrellas de la cocina española le ha llevado a Boris Izaguirre a confesar que el mundo social y la observación de ese universo le "fascina".

Como también le encanta la comida y la gastronomía que, en su opinión, es el "leitmotiv" de la relación entre los personajes de la novela, aunque sostiene que es muy difícil obtener el éxito de algo que ya de entrada es efímero, como la comida.

Boris ha confesado también al auditorio que lo que mejor ha aprendido en los grandes restaurantes es a no mover mucho las manos mientras come.

Eso sí, su paladar "sigue siendo salvaje", ha matizado este escritor, que se mueve ágilmente entre el mundo de la televisión y la crónica social de los medios de comunicación. EFE

amg/jgo/mcm

Mostrar comentarios