Así lo ha destacado el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, quien ha reconocido una vez más la "permanente deuda de gratitud y de respeto" que tiene la Comunidad con "los mejores" para lo que la Consejería de Cultura y Turismo ha diseñado un programa para poner en valor la obra de los homenajeados, como es el caso del arandino Antonio Baciero, galardonado con el Premio Castilla y León de las Artes en 1985 junto al zamorano Baltasar Lobo.
En una alocución muy personal, Herrera ha aprovechado la ocasión para alabar la "meritoria labor" de un "arandino universal" de quien ha destacado especialmente su trabajo como "gran investigador" de la música y su "exitosa" trayectoria de este músico que dio su primer concierto de piano con diez años hasta llegar a convertirse en "uno de los grandes referentes" de la música renacentista, barroca y romántica.
Herrera ha reconocido también el "virtuosismo y sensibilidad" que muestra Antonio Baciero en sus interpretaciones en las que, según ha alabado, no ha dejado de influir nunca su tierra y el sentimiento de su Castilla natal.
Por su parte, el autor ha reconocido una "ilusión muy especial" por lo que ha considerado "una beatificación en vida" de su trayectoria profesional, con un especial agradecimiento a la presencia de su "amigo y admirado" Herrera como "capitán de nuestro barco". El músico arandino ha aprovechado la ocasión también para expresar su "amor" por la profesión y para alabar el poder de la vocación como un "verdadero tesoro".
Según ha recordado, Baciero se ha dedicado además a la grabación de numerosas composiciones de músicos españoles, especialmente del también burgalés Antonio de Cabezón, del que ha interpretado y grabado sus obras completas y que se podrá disfrutar en un concierto programado en el mes de julio en Castrillo Mota de Judíos.
El presidente de la Junta ha aprovechado la ocasión para agradecer a Baciero su implicación personal en el diseño de la exposición que lleva su nombre y que ha comisariado, en lo que supone un "recorrido único" por la historia musical europea en la que se pueden contemplar libros e instrumentos recopilados por el propio compositor, como un teclado de estudio o piano 'mudo' procedente del círculo inmediato de Liszt en Budapest-Viena hacia 1860 y 1870.
Además, Baciero ha cedido un órgano de Cámara, un armonium de viaje de construcción francesa que data del siglo XIX y tres pianos de mesa, como un Juan de Mármol de 1794; un Hossenschroeders de 1820, y un 'Muzio Clementi & Co' de 1830, lo que evidencia también la labor desarrollada por el arandino en la restauración de órganos.
El archivo personal de Baciero contiene también programas de mano, partituras y cartas autógrafas de músicos como Pau Casals o instrumentos antiguos adquiridos por el propio Baciero. En la muestra
La exposición, que se podrá contemplar hasta el próximo 22 de julio, se ha estructurado en dos partes, la primera de ellas, en el espacio principal de la sala de exposiciones del Palacio del Licenciado Butrón, con ese conjunto de documentos, objetos y libros antiguos relacionados con grandes compositores que han influido en la obra de Antonio Baciero.
Por su parte, la segunda parte de la muestra, ubicada en la sala anexa del Palacio del Licenciado Butrón, está dedicada a la propia trayectoria del artista, a través de un conjunto de documentos, publicaciones o instrumentos sobre su carrera desde los años 50 hasta la actualidad, con un personal recuerdo de la visita a Rafael Alberti en su exilio en Roma en 1972.
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