Navarro dice que no hay final feliz, "mis novelas terminan como el rosario de la aurora"

  • Madrid.- La escritora y periodista Julia Navarro no cree en los finales felices, porque la vida real apenas los tiene, y por eso sus libros tampoco: "O terminan como el rosario de la aurora o son finales muy abiertos" en los que la imaginación del lector dicta lo que sucede con los personajes.

Navarro dice que no hay final feliz, "mis novelas terminan como el rosario de la aurora"
Navarro dice que no hay final feliz, "mis novelas terminan como el rosario de la aurora"

Madrid.- La escritora y periodista Julia Navarro no cree en los finales felices, porque la vida real apenas los tiene, y por eso sus libros tampoco: "O terminan como el rosario de la aurora o son finales muy abiertos" en los que la imaginación del lector dicta lo que sucede con los personajes.

Navarro publica ahora "Dime quién soy" (Plaza Janés), su cuarta novela y quizá la más ambiciosa hasta la fecha, pues recorre todo el siglo XX, desde el fin de la II República española hasta la caída del Muro de Berlín, a través de la vida de una mujer, Amelia Garayoa, y de los hombres que la marcan.

Es una novela "de antihéroes", explica la autora en una entrevista con Efe. Y es que Amelia, que comienza su aventura abandonando a su marido y a su hijo en pos del comunismo y de un amante francés que ejerce de espía ruso, es una "antiheroína" arrastrada como un junco por los acontecimientos de uno de los siglos "más cruentos" de la historia.

"Cada capítulo lleva el nombre de un hombre, porque no es un libro sobre una mujer, sino sobre cinco hombres cuyas vidas confluyen en ella", refiere.

De entre todos los hombres que marcan la vida de Amelia, se queda con el periodista norteamericano Albert James, "el más íntegro".

Pero a pesar de que las grandes pasiones trazan el camino de Amelia, el sexo aparece sólo sugerido, nunca explícito, pues "describir una escena erótica es un arte y, sinceramente, yo no lo sé hacer".

Más de dos años ha tardado Navarro en concluir este "ambicioso proyecto" sobre un siglo que le "fascina" y para el que se ha documentado con libros y abundantes documentales sobre la II Guerra Mundial. "Internet sólo lo utilizo para lo inmediato, y el libro necesita un poso. Me es más útil leerme las memorias de Winston Churchill que buscar cuatro datos suyos en la red", señala.

Durante su investigación, mientras perfilaba a la protagonista, Navarro ha descubierto "muchas vidas apasionantes", pues en aquella época "hubo mujeres extraordinarias que llevaron a cabo actos absolutamente heroicos, pero la historia la siguen escribiendo los hombres, las mujeres seguimos siendo una línea a pie de página".

Para la autora, el siglo actual también da para una epopeya literaria: "Hay muchísimos lugares donde hay conflictos, injusticias, miseria y enormes ansias de libertad, gente anónima que se juega la vida a diario por la igualdad, la justicia, la dignidad. Irán, Cuba, cualquier país del sudeste asiático, Arabia Saudí...".

Uno de los escenarios del libro son las "dos Españas" durante la Guerra Civil y la posguerra, algo que Julia Navarro da hoy por superado.

"No -espeta rotunda-, no hemos vuelto a las dos Españas. Hay políticos que por interés político lo azuzan, pero la gente no está en eso. A veces confundimos lo que son las declaraciones políticas con la vida de los ciudadanos, y no es un debate que está en la sociedad. La transición fue una obra de arte y espero que nadie se empeñe en destruirla".

De otro debate, el generado en torno a los derechos de propiedad intelectual, también tiene clara su opinión la escritora, que da la bienvenida al libro digital porque "va a traer nuevos lectores", aunque ella se quede con el tradicional, pues "sigo necesitando -dice- tocar el libro en papel".

"Lo que hay que defender son los derechos de autor y regular bien para que quien se descarga un libro lo haga pagando. Este es el único país del mundo en el que se gastan una fortuna en el último aparatito pero pretenden tener gratis el trabajo de cualquier creador. Es demencial, y me parecen estupendas las iniciativas de la ministra de Cultura", asevera.

Julia Navarro ya tiene varias ideas para próximas novelas "y una especialmente pensada", pero ahora le toca descansar "antes de volver a encadenarme -explica- ante el ordenador, porque cuando me siento no sé cuánto tiempo voy a estar".

"Me doy unos madrugones enormes para escribir, y lo hago a diario, sin fiestas ni vacaciones. Soy muy disciplinada y exigente conmigo misma, no me doy un día de tregua hasta que no termino", confiesa quien es una de las autoras más vendidas en España, traducida a treinta idiomas.

"Sí, produce vértigo, pero no doy nada por hecho, cada novela es una apuesta, una ruleta rusa", agrega.

Lorena Cantó

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