Nézet-Séguin: Los directores deberíamos mejorar con el tiempo, como el vino

  • El canadiense Yannick Nézet-Séguin es un joven y ya prestigioso director de orquesta que, como el vino, espera "mejorar con el tiempo". Ha llegado a la 75 Quincena Musical de San Sebastián al frente de la Filarmónica de Rotterdam, que mañana interpretará el "Réquiem" de Verdi con el Orfeón Donostiarra.

San Sebastián, 25 ago.- El canadiense Yannick Nézet-Séguin es un joven y ya prestigioso director de orquesta que, como el vino, espera "mejorar con el tiempo". Ha llegado a la 75 Quincena Musical de San Sebastián al frente de la Filarmónica de Rotterdam, que mañana interpretará el "Réquiem" de Verdi con el Orfeón Donostiarra.

Nézet-Séguin (Montreal, 1975) ha regresado a la capital guipuzcoana después de tres años de ausencia para dirigir tres conciertos; el primero se celebró ayer, con una aplaudidísima interpretación de la Sinfonía número 6 de Mahler, y el último tendrá lugar el miércoles, cuando la orquesta holandesa estará acompañada del pianista Emanuel Ax y tocará obras de Brahms y Rimsky-Korsakov.

Mañana será el turno de una de las obras cumbres de Verdi, el "Réquiem" que escribió en 1874 en memoria del novelista Alessandro Manzini y que es la obra sinfónico-coral que en más ocasiones se ha escuchado en la historia de Quincena, una decena de veces desde 1940.

Nézet-Séguin ha puesto "grandes expectativas" en esta actuación porque él comenzó su carrera en la música coral y le "encanta" que en los conciertos haya voces, sobre todo "un gran coro" como el Orfeón, con el que no son necesarios muchos ensayos porque es "muy homogéneo".

Ha asegurado que la Quincena Musical es "un evento admirable" que "revaloriza y que hace que se tenga una gran percepción de San Sebastián desde el resto del mundo, que sea conocida por todo su vida cultural y no sólo el Festival de Cine".

"Creo que cada vez se presta más atención a la cultura en esta ciudad y cada vez veo más gente de orígenes diversos. Es un honor estar en el 75 aniversario de un festival al que acuden las orquestas de élite", ha destacado este músico, que debutó en Europa en 2004 y, además de ser el director de la Orquesta de Filadelfia, es la batuta principal de la Filarmónica de Londres desde 2008.

Admira a muchos de sus colegas, pero su "modelo" es el gran Carlo Maria Giulini, el maestro italiano fallecido en 2005, con el que tuvo "la suerte de trabajar durante todo un año".

"Era un hombre enormemente humilde y muy respetuoso con los músicos. Es algo que intento llevar a la práctica. No trato de imitarle, pero mañana su esencia estará ahí", ha señalado Nézet-Séguin.

Ha asegurado que "la belleza" de un trabajo como el suyo, lo que lo hace "especial", es que ofrece la posibilidad de "desarrollarlo hasta el final de una vida, de poder llegar a profundizar hasta el final".

"Cuando eres joven se espera que des un enfoque más fresco a las obras que diriges, pero debería ser como el vino, que mejoras con el tiempo. Yo dirigí la 'sexta' de Mahler hace diez años por primera vez y espero que ayer lo hiciera mejor", ha dicho este director, que en su ratos libres escucha a las grandes vocalistas del jazz como Ella Fitzgerald y a grupos de rock como Arctic Monkeys.

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