No te haces viejo, es que la música cada vez suena peor (y más alta)

  • Los ingenieros de sonidos cada vez graban con frecuencias más altas para permitir la compresión en nuevos formatos 

“La música de hoy en día es ruido”, decían los padres de antes a sus hijos. Pues bien, esa apreciación a priori subjetiva parece cobrar fuerza objetiva a raíz de un gráfico publicado en NPR Music. Según explica esta publicación, cada vez se graba en frecuencias más altas lo cual hace que las canciones se perciban peor, incluso lleguen a saturar el oído humano.

A ningún aficionado a la música se le escapará que si se escucha un viejo CD o un archivo mp3 de una canción de hace años al mismo volumen, en su cadena de música o reproductor, al que escucha alguno más reciente sonará más bajo. Pues bien, la explicación es que los ingenieros de sonidos, según han ido pasando los años, han aumentado el volumen de frecuencias en sus sesiones de grabación para que ‘sus’ temas destaquen sobre otros en la radio. Y esto, produce una guerra evidente entre unos y otros que perjudica, al final, al oyente, por mucho que se escuden los productores en la necesidad de comprimir las pistas de cara a satisfacer las nuevas formas actuales de escuchar ‘pop’.

En el gráfico de Christoppher Clark publicado en NPR se compara una serie de canciones de éxito desde 1979 a 2009, que van desde aquellos temas de Be Gees, Michael Jackson o Rod Stewart a los más actuales de Lady Gaga, Katy Perry o Justin Timberlake, entre las que hay de todos los estilos musicales. 

En él se observa como el aumento de decibelios tanto de las altas como de las bajas frecuencias produce el consiguiente crecimiento del volumen medio, marcado por los niveles RMS (Root medium square), que marcan el sonido real de los álbumes.

Además, pone como ejemplo en el reportaje de NPR el último disco de Metallica, Death Magnetic, como punto culminante de esta tendencia. Hasta alguno de los muy fans han llegado a comentar en foros que se quedan saturados al escucharlo, y que no tienen ganas de repetir. Y es que nuestro cerebro empieza a hartarse e esa sobreexposición a niveles altos de frecuencias en la música moderna.

En internet ya hay un vídeo, del que se han hecho eco muchas webs, en el que se explica como se trabaja ahora. Se coge la canción de Paul McCartney ‘Figure of eight’ y se compara como se grabaría ahora respecto a la original.

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