La nueva vida de Albert Rivera y Malú tras la dimisión: ¿se acabó esconderse?

  • El 'batacazo' de Ciudadanos ha obligado al político a dejar su puesto como líder del partido y, probablemente, su escaño en el Congreso.
Malú
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La carrera de Albert Rivera en la política española se paga. El líder de Ciudadanos, partido puesto en marcha por él a partir de una plataforma ciudadana en Cataluña en 2006, ha dejado su cargo después del mal resultado de la formación en las elecciones generales de este domingo, donde apenas pudo arañar 10 escaños en el Congreso.

De este modo, Rivera deja una formación que impulsó con ánimo de crear un proyecto de centro pero que ha derivado en un partido a su imagen y semejanza, muy personalista, en el que había asumido el máximo protagonismo. El futuro ahora de Ciudadanos es una incógnita, al igual que el suyo propio, al menos en el plano profesional.

Albert ha decidido abandonar la política, según ha explicado para dedicar más tiempo a sus padres, a su hija... y a su pareja. "Tengo que dar las gracias a mi pareja, que lo ha aguantado todo", indicaba Rivera en rueda de prensa refiriéndose a Malú, con quien lleva cerca de un año. El ya expolítico ha querido tener un detalle con la cantante después de unos meses imparables de campaña permanente en los que ella ha sido su principal apoyo, por lo que han dejado ver sus palabras.

La relación de Rivera y Malú ha estado marcada desde el principio por el secretismo. Cuando saltó la bomba, ninguno dijo nada al respecto y tardaron meses en publicarse las primeras imágenes, conseguidas de casualidad por una reportera de 'El Programa de Ana Rosa' en un centro comercial. Desde entonces, las veces que se les ha vuelto a ver han sido contadas.

La pareja blindó su relación de tal forma que desistieron de acudir a actos tanto públicos como privados a los que estaban invitados para que no se pusiera el foco sobre ellos. La única concesión la hicieron cuando el exlíder de Ciudadanos fue dado de alta del hospital tras varios días ingresado por una gastrointeritis el pasado verano. Malú acudió a recogerlo y salieron juntos del centro médico siendo captados por los fotógrafos y cámaras por primera vez de forma 'natural'. Eso sí, la cantante no quiso hacer ninguna declaración y dejó las preguntas a su chico.

Primera vez y última. Nunca más se han dejado ver en público y las veces que les han captado han sido paparazzis de incógnito. Malú ha sido la única de las parejas de los principales líderes políticos que no ha acudido a ningún acto de campaña. Tan siquiera acompañó a Rivera en el desfile militar del Día de la Hispanidad, al que sí acudió, por ejemplo, Lidia Bedman, la influencer casada con Abascal. Se ha mantenido totalmente al margen de la carrera política de Albert y se ha centrado en la suya propia, encerrada en el estudio preparando novedades, como ha avanzado vía redes sociales.

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Maquinado ... preparando cosas... me muero por daros cosas nuevas 😈

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La dimisión de Rivera abre un nuevo horizonte a la pareja. El catalán se ha quitado el peso político de encima y a partir de ahora es un 'ciudadano más', valga la paradoja. Es decir, ya no habrá ningún tipo de relación entre él y el ámbito político y estará más alejado del foco público. Esto podría suponer la 'normalización' de la pareja tras meses escondidos.

Malú quería mantener su relación al margen de la política y que no se mezclara, de ahí tanto ocultismo y secretismo. Pero ahora nada, en principio, les impide actuar como cualquier pareja, saliendo a cenar o a eventos con naturalidad. Si bien hay que aclarar que la cantante es muy celosa de su vida privada y cuando ha tenido otras parejas tampoco se ha prodigado públicamente, por lo que podría seguir con la misma tónica.

Vida en pareja en La Florida

Donde sí hacen vida de pareja normal es en la exclusiva urbanización de La Florida. Este verano se mudaron al chalet que la artista se compró en este privilegiado enclave al norte de Madrid -cerca de Pozuelo de Alarcón- que le habría costado más de un millón de euros y por el que vendió su casa de Majadahonda. 

Se trata de una vivienda situada en una parcela de cerca de 3.000 metros cuadrados con 600 metros cuadrados de casa, la cual consta de sótano, planta baja donde se ubican salón, sala de estar, cocina, cuatro dormitorios y tres baños. Además, hay otra planta más con un estudio, otro cuarto y un baño. Desde allí ya se ha visto a Rivera saliendo hacia el Congreso en varias ocasiones.

Mientras duraron las obras, la pareja estuvo viviendo en La Finca, en el chalet que el expolítico había alquilado a las herederas del promotor de la urbanización, Luis García Cereceda. Se trataba del que éste hizo para él y que a su muerte pasó a manos de su viuda, Silvia Gómez Cuétara, que acabó abandonando por culpa de las hijas de su marido. Así, se la alquilaron al entonces líder de Ciudadanos por unos 3.000 euros al mes, cantidad que provocó una nueva guerra entre ellas.

Yolanda y Susana García Cereceda mantienen desde hace años una disputa por el control de la herencia paterna, la cual se vio avivada por el alquiler de Rivera, el cual a Yolanda le parecía irrisorio al tratarse de una mansión con 45.000 metros cuadrados de parcela. Eso habría propiciado la salida de la pareja de La Finca, rumbo a La Florida, donde comparten vecindario con VIPS como Jorge Javier Vázquez.

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