Las nuevas marcas de moda españolas que nos han descubierto las 'celebrities'

La moda vive un momento de creatividad que no se había visto antes. Los códigos anteriores se han roto y ahora la libertad es la premisa básica, con prendas que no van dirigidas a un sexo en concreto y que potencian la personalidad de cada uno a través de la comodidad y la funcionalidad. Además, todo en clave 'eco' o sostenible, ya que el nivel de producción que la moda ha alcanzado le ha convertido en la segunda industria más contaminante del mundo, por detrás del petróleo.

Así, el panorama textil se va renovando en todo el mundo, también en España, donde cada vez tiene más importancia el estilo personal aunque eso no se esté reflejando en las ventas. El pasado año, el sector textil aumentó su facturación un tímido 0,4%, frente a la caída del 9% registrada en 2016, según la consultora Kantar. Si bien este año podría volver a los descensos.

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Porque en los nueve primeros meses de 2018 las ventas del textil cayeron un un 4%, lastradas por el cada vez mayor consumo online, el cambio climático ha eliminado de golpe la primavera y el otoño del calendario -dejando muchas prendas de entretiempo en los estantes- y la dinámica de rebajas constantes que invade esta industria, que obliga a los operadores a bajar precios para poder sobrevivir, aún a costa de perder rentabilidad. 

Pero, en medio de un panorama preocupante, nuevas figuras emergen para 'salvar' la moda española. Al menos en el aspecto creativo, pues suponen un punto de vista muy distinto del que estamos acostumbrados de casas tradicionales como Adolfo Domínguez, Hannibal Laguna, Juan Vidal o Ángel Schlesser. Y, además, con una filosofía totalmente distinta.

La llegada de Palomo Spain al panorama de la moda española ha supuesto una auténtica revolución. Su ropa 'no gender' -sin género- ha creado furor y muchos esperan de él que llegue a conseguir todo lo que no pudo el malogrado David Delfín. Ya ha vestido a grandes estrellas, como Beyoncé, pero el cordobés sigue centrado en llevar su carrera con paso firme y seguro desde su taller en Posadas (Córdoba). 

Si bien las nuevas figuras emergentes del mundo de la música, el cine o las redes sociales lo reclaman constantemente para sus apariciones públicas. Una de ellas es Rosalía, la artista del momento, quien llevó una creación suya en su macroconcierto en Madrid el pasado 31 de octubre, en el que presentó su nuevo álbum, 'El mal querer'. Pero, además de vestir de Palomo Spain, sobre el escenario también pudo verse la ropa de otra creadora nobel que va a dar mucho de qué hablar.

Se trata de María Simún, quien firmaba los vestidos de las bailarinas de Rosalía esa noche. Esta joven de 24 años, que es hija del fallecido músico Enrique Urquijo, colabora habitualmente con la cantante catalana, vistiéndola tanto a ella como a su staff en el escenario. Cabe recordar que fue ella quien hizo su vestido para la pasada gala de los Grammy Latinos, en la que la artista logró su primera nominación. Esta diseñadora no se guía por los parámetros establecidos y cree que la moda es cuestión de observar y practicar. No le gusta ceñirse a colecciones establecidas o temporadas y diseña cuando se siente inspirada. Además, le gusta trabajar mano a mano con las personas a las que viste, entre las que también está la cantante de trap Bgyal. Una estética deportiva, cómoda y llamativa que ha hecho las delicias de la nueva hornada de cantantes españolas.

Otra de las artistas del momento, salida el pasado año de la Academia de OT, también se atreve con diseñadores nuevos con un punto de vista diferente. Es Amaia, quien ha abrazado a diferentes marcas desconocidas para el gran público en sus principales apariciones públicas tras dejar el programa de TVE. Una de sus predilectas es Paloma Wool, que la vistió para su actuación en el balcón del Ayuntamiento de Pamplona el verano pasado, la cual ha quedado en la retina de todos por la manera en la que interpretó piezas de flamenco clásicas.

Además, también la vistió para su actuación en el Festival Primavera Sound y en su día a día también se ha dejado ver con tops o pantalones de la marca. Paloma Wool, que es hija de los fundadores de la emblemática Nice Things, concibe la moda de forma feminista y tampoco diseña por temporadas, sino cuando realmente tiene algo que ofrecer al mundo. Su apuesta por el empoderamiento femenino se puede ver en sus sudaderas o camisetas, en las que está dibujada la silueta de una mujer desnuda. También diseña calzado y bolsos, cuyos precios están por encima de los 100 euros, mientras que las sudaderas valen 65 euros, 39 euros las camisetas y cerca de 100 euros las prendas de punto. Todo ello realizado en España con materiales de calidad. 

Por último, en estos días un nuevo nombre ha saltado con fuerza a la palestra, ya que lo ha hecho de la mano de dos de los personajes más seguidos en redes en España. Se trata de Dulceida y de Aitana, también de OT. Ambas han llevado prendas en sus últimas apariciones firmadas por un joven diseñador valenciano llamado Domingo Rodríguez Lázaro, cuya marca Dominnico ha conquistado a estrellas internacionales como Lady Gaga.

Esta firma desfiló el pasado verano en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid y desde entonces su popularidad no ha parado de crecer. Primero fue Lady Gaga en agosto en París y hace unos días las dos españolas. Primero Aitana, que llevó el mismo top que la cantante estadounidense en su última aparición en 'El Hormiguero'. Días después, Dulceida lucía un vestido suyo de plumas en color fucsia para asistir a los Premios 40, uno de los looks de los que más se habló esa noche.

Sus diseños se caracterizan por el color llamativo, los cortes asimétricos, las aperturas, los volantes y las plumas. Dominnico define su estilo como un "prèt-a-porter de vanguardia, con tejidos técnicos y visuales combinados con técnicas artesanales". Como materiales, emplea cuero laminado, pelo, trenzados manuales o metacrilato cortado a láser, dando un toque único a sus prendas, que se mueven en precios de 70 euros por una sudadera a 2.400 por un abrigo de pelo hecho a medida.

Así, estos jóvenes diseñadores, que a la vez también son emprendedores en tanto ya han tenido la valentía de montar sus propias empresas apostando por una visión del diseño totalmente alejada de lo convencional, pueden dar una vuelta de tuerca a la situación del sector textil español. Y no solo eso, puede que consigan que la pasarela española tenga esa difusión internacional que tanto tiempo lleva buscando pero todavía se le resiste.