Así toman al asalto las librerías y conquistan la calle los nuevos poetas

Una expresión poética en la fachada de un edificio.
Una expresión poética en la fachada de un edificio.
Boamistura.
ROCIO LÓPEZ, EQUIPO DE PERIODISMO DE DATOS DE CUV

Pablo Neruda pudo escribir los versos más tristes aquella noche. A Gustavo Adolfo Bécquer le preguntaban qué era poesía. Y Augusto Monterroso escribió el relato más corto del mundo porque cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.

Hoy, 21 de marzo, Día Mundial de la Poesía, este género ha encontrado otras formas originales de expresarse. Son noveles autores que empezaron en las redes sociales, y que de ahí saltan a las librerías o al asfalto.

Diego Ojeda, Defreds, Sara Búho, Marwan o Ernesto Pérez Vallejo, triunfan y son los jóvenes escritores, entre 25 y 38 años, que han conseguido empatizar con un enorme público gracias su espontaneidad y la sensibilidad de su día a día.

“Son pequeños textos cortos, tan reales como que los he vivido” afirma José A, Gómez Iglesias, más conocido como Defreds, con más de 214.000 seguidores en Facebook y 152.000 seguidores en Twitter. “No es poesía, son mis cosas, nada más”. Y la recopilación de esas“cosas” de las que habla, se han convertido en tres libros exitosos.

'Casi sin querer' salió en 2015 y actualmente va por su 19 edición con más de 100.000 ejemplares. Un año después publicó 'Cuando abras el paracaídas' y en su novena edición se han vendido 58.000 copias. Su último libro, '1775 calles' se encuentra el primero en el top ten de las libros de no ficción más vendidos en La Casa del Libro, y en su primera edición ya ha vendido 45.000 ejemplares.

Poesía en el asfalto

Si dejas por un momento el móvil, mientras esperas a que el semáforo se ponga en verde, puede que te encuentres pintada en el suelo una frase como: “Que la línea que más cuides sea la de tu sonrisa” o “duerme menos, sueña más”. Poesía urbana, lo llaman.

El equipo de Boamistura quiso así “humanizar Madrid”. “Cuando una mañana la ciudad despertó por sorpresa con los mensajes de Rayden o Leiva inundando la ciudad, la acogida fue enorme, un boom en las redes sociales que nadie se esperaba”, afirman los artistas. “Al final, un mensaje bello y positivo tiene la capacidad de llegar a las personas, y eso es con lo que nos quedamos”.

Boamistura es una iniciativa en la que, desde 2001, un equipo de grafiteros ha realizado proyectos de arte urbano por Brasil, EEUU, Argelia o Reino Unido. Ellos son los que han convertido el asfalto de Madrid en poesía, “Vida” en Colombia, o “Realité” en Francia. Ilustran las calles con palabras positivas y colores vivos, porque entienden su trabajo como una herramienta para crear vínculos entre las personas.

“La calle para nosotros es el mejor lugar para hacer arte, porque no hay segmentación de público: es el Museo más democrático del mundo”. Suelen trabajar con asociaciones, ONGs o colegios. Ellos inician la propuesta y el equipo de Boamistura usa su propia creatividad. “Pasamos días o semanas analizando la zona, hablando con los vecinos e investigando toda la información que nos sea posible para poder hacer un trabajo que esté en consonancia con todo ello”.

Otra iniciativa de poesía urbana es Acción Poética. Es un movimiento con quince años de existencia en el que se escriben en muros frases optimistas o citas con el sello del propio movimiento. El objetivo de este proyecto es la colaboración ciudadana para que “dé la vuelta al mundo”.

De tal manera que puedes enviar a su página web imágenes de muros con su firma y así recopilar cuantas más imágenes, mejor. Desde septiembre de 2011, Acción Poética ha recopilado 1.738 imágenes con su firma desde países como México, Argentina, Lima, Venezuela o España entre otros.

Se trata pues, de nuevas técnicas de poesía adaptadas a la sociedad, para entenderla, sentirla y ensalzar el lado positivo del mundo en el que vivimos.

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