Olaf Martens, el fotógrafo de moda más excéntrico del otro lado del Muro de Berlín

  • El  irreverente fotógrafo alemán presenta un `making of´ de las transgresoras producciones de moda de los últimos ocho años. Las imágenes de la exposición `Work Shop Works´, de la escuela EFTI, son fiel reflejo de su excentricidad y se incorporan al programa de Photo España 2011.

Olaf Martens es uno de los fotógrafos más excéntricos de la hornada de artistas surgidos de Alemania del Este tras la caída del Muro de Berlín. Estudiante de la reputada Academia Graphik und Buchkunst, su graduación coincidió justo con el cambio de régimen, por lo que desarrolló su obra creativa bajo el potente influjo del capitalismo.

Sus inicios como fotógrafo tuvieron lugar unos años antes, en su adolescencia, cuando con una pequeña camarita retrataba las pocas carátulas de los LPs de artistas occidentales que llegaban de la otra parte del muro. Martens fotografiaba y revendía las portadas en un acto de rebeldía y subsistencia.

El artista celebró el cambio de régimen con publicaciones en los medios occidentales, como el diario Frankfurter Allgemeine y las revistas Stern y Geo. Asimismo, comenzó a desarrollar producciones teatralizadas de moda para grandes marcas, que veían en el joven fotógrafo un soplo de aire fresco, una ecléctica combinación de teatro, humor y alegorías históricas.

Sin embargo, el artista recuerda aquella época con poca afectación. Aquella actividad le reportaba más tiempo y dinero para sus proyectos, pero cercenaba su libertad creativa. 

Aún y todo, el gran cambio en la obra de Olaf Martens no tuvo tintes políticos, sino meramente técnicos. La llegada de la fotografía digital le llevó a indagar las nuevas herramientas con avidez hasta encontrar la mejor manera de plasmar su arte.

Cuenta el artista que su laboratorio cada vez se quedó más solitario, mientras él sucumbía a la fascinación de las nuevas técnicas digitales. Olaf Martens es claro 'odio todo tipo de minimalismo'.

En sus imágenes, no hay duda, hay todo tipo de excesos, porque juega con las modelos, con personajes que rescata de la calle, incluye a las camareras de un catering, al modisto o a las señoras de la limpieza.

Cualquier excusa le sirve para dar un toque surreal a sus composiciones, que rezuman colorido y una gran perfección técnica. Sus excesos son convenientemente estudiados, incluso denotan referencias históricas, como la última cena, eso sí, cargados de mucha brillantina, tutús y modelos que hubiesen hecho las delicias de Rubens o Botero.

Los motivos de sus fotos son recurrentes. Martens se inspira en la belleza del cuerpo femenino, los aspectos más oscuros de la vida, el poder de la sexualidad, los colores y la ambivalencia. Ha creado una impronta personal, fácilmente reconocible y reclamada por grandes marcas, que siguen apreciando la frescura y cinismo de su obra. Las imágenes de Martens son como matriuskas, con infinitas lecturas.

En la exposición del Centro de Imagen Efti, en Madrid, se exhiben 55 obras realizadas durante los últimos ocho años. En ellas, se puede apreciar un making off de las producciones realizadas por Martens y de sus  excentricidades. La muestra, que se engloba dentro del festival de fotografía Photo España 2011, recoge imágenes inéditas, en distintos formatos, de sus series más controvertida.

Su reciente obra se plasma en tres publicaciones, a la espera de que alguna editorial se enamore de las siguientes ellas y las publique. Mientras tanto, trabaja en tres proyectos simultáneos en Bangkok, Sidney y Madrid, ciudades en las que alterna sus sesiones fotográficas con talleres para estudiantes de fotografía.

Mónica Moyano | aviondepapel.tv Fotos Olaf Martens | cedidas por Centro de Imagen EFTI
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