Oreja para Medhi Savalli en la corrida de Miura de Arles (Francia)

André Viard

Arles (Francia), 20 abr.- El diestro francés Medhi Savalli cortó hoy la única oreja en la corrida de Miura celebrada en la plaza francesa de Arles, en la que Javier Castaño perdió la del quinto toro por la espada, mientras que Rafael Rubio "Rafaelillo" se estrelló con un lote imposible.

FICHA DEL FESTEJO.- Cinco toros de Miura y uno, el segundo, de La Dehesilla, que sustituyó al sexto "miura" que, después de ser embarcado en el camión, rompió las puertas y se escapó en el recinto de los corrales. Se evitó una tragedia gracias a Paquito Leal quien lo volvió a meter en los corrales a cuerpo limpio.

De los toros de Miura, los dos de Rafaelillo fueron complicados, mientras que los dos de Savalli y el que mató Castaño en quinto lugar se dejaron torear. El de la Dehesilla se rompió la pezuña en banderillas. Todos los toros tomaron tres varas, siendo bravos.

Rafael Rubio "Rafaelillo", silencio y silencio.

Javier Castaño, silencio y ovación tras aviso.

Mehdi Savalli, ovación tras petición de oreja y pitos al palco por no concederla, y oreja.

La plaza tuvo media entrada en tarde lluviosa en los dos últimos toros.

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EL LOCAL SE LLEVA LA TARDE

El primero fue bravo en el caballo pero imposible después. No le regaló ni una embestida a Rafaelillo que lo mató después de varios intentos, siendo pitado el toro en el arrastre.

El cuarto tampoco permitió mucho. Rafaelillo lo intentó sin lucimiento y lo mato muy bien.

El toro de la Dehesilla apuntaba cualidades, pero al salir del tercer par de banderillas se rompió una pezuña.

Castaño aprovecho la nobleza algo dormida del quinto de Miura que había cogido a Adalid a la salida del tercer par de banderillas. El toro se desplazó con nobleza pero sin humillar, y Castaño lo toreó con oficio. Perdió una oreja en la suerte suprema.

El primero de Savalli desarrolló algo de sentido en la muleta, después de mostrarse bravo en el primer tercio. Sin embargo, por el lado izquierdo, el torero arlesino aprovechó las media embestidas y después de un pinchazo y una estocada baja le pidieron con fuerza la oreja que no se concedió, recibiendo una gran bronca la presidencia.

Frente al sexto, un toro bravo también en el caballo, y que obedecía a los toques, Savalli hizo un esfuerzo notable, se equivoco quizás intentando ligar muletazos, cuando el toro parecía más claro dándoselos de uno en uno. Una buena estocada desató otra petición fuerte y a la presidencia no le quedó otra que concederle el trofeo.